Ciudad de México.- En la segunda mitad de agosto dará inicio la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y no se espera que sean días tranquilos ni felices, advirtió, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía. “No va ser un camino plano, tranquilo, de buenos ni felices días, habrá altibajos. Las negociaciones así son, se endurece la pierna, hay sobresaltos, se levanta gente de la mesa, y eso requiere un gran temple”, subrayó.
Al acudir a la toma de protesta de la directiva de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco), el funcionario señaló que no se debe sobrerreaccionar a las eventualidades, informó Milenio.
“No se llega al final hasta que todo está perfectamente negociado y no podemos sobrerreaccionar por noticias eventuales. Debemos tener el temple y madurez para aceptar que las negociaciones son de sobresaltos y complicadas”, indicó.
Guajardo agregó que el tiempo ha sido aliado de México, y en EU se están dando cuenta que no se puede gobernar a través de las redes sociales, pues están viendo que existen contrapesos y que no todo lo que se dice en campaña puede ser realizado, sobre todo, en temas como el TLC.
“Afortunadamente el tiempo ha sido un aliado fundamental, el tiempo nos ha ayudado a que el sistema de balances y contra balances de la política estadunidense mande mensajes correctos a una nueva administración que ha aprendido poco a poco a que no se puede gobernar a partir de un tuit o de un discurso”, subrayó.
Explicó que los retos que México va a enfrentar no son sencillos, porque por primera vez en la historia de EU, México se convirtió en uno de los puntos centrales del debate, puesto que en otras ocasiones se había mencionado pero ahora la campaña contra el país fue agresiva.
“La diferencia en esta ocasión es que la retórica de la campaña fue más allá de una evaluación, fue agresiva y fue insultante contra los mexicanos, fue una campaña que no solo nosotros la resentimos, pues muchos ciudadanos del mundo también fueron foco de este proceso”, indicó.
El funcionario señaló que generalmente todos esperan que cuando un candidato deja la campaña y llega a la presidencia su discurso se transforme ante la responsabilidad de generar políticas públicas, puesto que su obligación al frente de una nación es diferente a la de ser un candidato.
“Trump al arrancar su administración ha tenido los más bajos niveles de popularidad en una presidencia y esto de alguna manera no lo justifica, pero lo explica. Tiene que regresar a su base de electores para no perder a quienes lo hicieron presidente y salir de ese discurso inicial”, subrayó.