Alejandro Amado

Churumuco, Michoacán.- Don José Saín Solorio tiene 69 años viviendo en Churumuco y las dos sequías más terribles que recuerda fueron en dos lugares distintos. La primera la vivió en 1957, en aquel viejo Churumuco que quedó inundado por las aguas de la Presa de Infiernillo en 1965. La segunda, la está viviendo ahora, asegura.

Debido a la sequía la gente tiene que malbaratar los animales ante la imposibilidad de poder proveerles agua ante la grave sequía que afronta la región desde hace varios años. Numerosos ejemplares de ganado llegan a fallecer por insolación debido a la extensión de la temporada seca.

Ante el severo estiaje, Don José pide el apoyo de las autoridades para que envíen al menos cinco pipas más de agua, pues las cinco que maneja el Ayuntamiento priista de Churumuco, bajo el mando de GIlmar Torres Abarca, las utiliza con sesgo partidista, asegura.

“El problema es que se prioriza a gente ligada a trabajadores del Ayuntamiento. Así ocurre desde hace 15 años que gobierna el PRI en el municipio. Ojalá busquen la forma de enviar más pipas y que las administren bien; el agua no siempre llega a quienes más la necesitan”.

 

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