AQUÍ SE QUEDA

Mireles, Dante y sus paniagudos de Michoacán

José Manuel Mireles salió ayer de prisión y para recibirlo, con los brazos abiertos, ahí estaban el coordinador nacional del partido Movimiento Ciudadano (MC), Dante Delgado, y sus paniagudos en Michoacán, Manuel Antúnez y Daniel Moncada.

¡Mírelos! !Míreles! !Qué bonito, eh! La imagen del oportunismo. ¿O a poco se creyeron Dante y sus empleados esos del movimiento social de “los alzados” de Mireles? ¡Mírelos! Podemos asegurar que no. Su historia los delata. Es única, porque sólo en el sistema partidista mexicano se puede dar.

En 2012 fueron los “amlitos” y hasta de nombre cambiaron -del sonsonete “naranja, naranja” se fueron al águila juarista, si señor-; en 2015, fueron “alfaritos” -bueno, todavía son-, y ahora en Michoacán, ¿querrán ser mirelitos? !Mírelos, eh!

Muy al estilo que se le conoce, bien se pudo haber escuchado a Dante ordenar a Manuelito y Danielito cuidar al ex líder de las autodefensas: “este hombre es muy valioso”. Y añadir: “!a’i se los encargo cabrones!”, para recordar que es de Alvarado, Veracruz. ¡Si, señor!

Antúnez y Moncada entendieron de inmediato a su jefe. El 2018 está a la vuelta de la esquina y hay que buscar votos. ¿Mireles, diputado federal? Sí, señor. O lo que sea o lo que quiera, pero el caso es que encabece al “movimiento ciudadano”. Porque este sí da votos, no como Hipólito Mora, que ni fú ni fá en 2015. ¿Quién lo dijo? ¿Antúnez o Moncada? El que sea, son lo mismo.

¡Ah, el paresito! ¡Ni a cual irle! Y que conste: escribimos ‘paresito’, no ‘parásitos’. Pero en fin, ni a cual irle.

Su consigna ya está hecha:¡mirelistas de Michoacán e ingenuos y creídos, uníos! Y ellos irán por los votos y la lana, ¡sí, señor!

Brevísima historia… quien no los conoce, ¡que los compre!

Así es. Ni más ni menos, tampoco hay que echarle tanto seso a la quesadilla o al taco: quien no los conoce, los compra y no falta el ingenuo que hasta les cree. Pero de eso vive el partido Movimiento Ciudadano (MC).

Como alguna vez se refirió a ellos Andrés Manuel López Obrador: “de algo sirven”; o Enrique Alfaro en Guadalajara: el partido es un instrumento, tienen el registro, pero “no estamos casados con ellos, ni los votos son de ellos”. De algo sirven, pues.

Dante Delgado, el coordinador nacional de MC, y su camarilla se saben en ese estatus. Ni modo que no.

Pero, repetimos, de eso viven. Y muy bien: primero como Convergencia (¡Se acuerdan del partido naranja?) y ahora como MC (con águila juarista y todo, que caray, pues había que quedar bien con López Obrador en 2012) y los muchos votos que el alfarismo les puso en bandeja en Jalisco.

Es mucho el dinero que les cae en prerrogativas y uno que otro cargo que se alcanzan a colgar.

Bueno… Pues para eso quieren a Mireles: para que les de votos y dinero en prerrogativas.

¿Quieren que les contemos toda la historia de Dante, Antúnez y el joven Moncada?

No, ojalá no. En próximos capítulos nos referiremos a ellos, mejor, como los mirelitos.

La historia es así de breve porque, la neta, dan harta, harta, harta… flojera. Pero hay que denunciarlos.

Aquí se queda… ¡aquí entre nos!