Foto: La Vanguardia

Necesidad, vacío y desazón

Lo que nos faltaba para seguir ‘calentando’ la sucesión presidencial, a 13 meses de los comicios: ¿dónde está el Macron mexicano? Se preguntan ya muchos tras el triunfo de Emmanuel Macron en la elección que lo hará el próximo presidente de Francia.

Si el joven banquero y político francés pudo construir en menos de un año el movimiento ciudadano que lo catapultó al Palacio del Eliseo, ¿por qué aquí no ha de ser posible que en los próximos meses surja la opción que millones de mexicanos, decepcionados del sistema de partidos, están esperando?, se complementa la pregunta.

Simplemente porque México no es Francia, se podría contestar a esas preguntas que resultarían hasta un tanto chuscas y fuera de lugar, si no fuera porque reflejan una realidad, que la mayoría acepta: como nunca, todos los partidos, ¡todos!, enfrentan una severa crisis de credibilidad y confianza entre los mexicanos.

Y de la quemazón no hay quien se salve. Por eso volteamos a otros lados, tal vez por necesidad, otro tanto por el vacío de las propuestas que más se escuchan, y algo más por desazón.

Todo agravado, además, por el fracaso que en México resultaron las opciones “independientes” que tanto revuelo causaron en 2015. La fantasía pronto se convirtió en decepción.

Frustración que crece cuando escuchamos ayer al ex canciller Jorge Castañeda anunciar que desiste de sus intentos de ser candidato presidencial “ciudadano” y optar por el ex senador perredista Armando Ríos Piter, quien desde inicios de este año construye su propia candidatura “independiente”.

¿Qué creen lectora, lector? Ya instalados en el mismo tren, ambos insinuaron que el llamado Jaguar -así le dicen al ex perredista- tiene un ¡paralelismo con Macron!

¿Es burla o qué? Ahora si que se voló la barda el ex canciller.

No, mejor que se desengañen los inquietos buscadores del “Macron mexicano”. No se ve cómo ni de dónde.

La ultraderecha, al acecho en el PAN

Ya que hablamos de intrigas partidistas, las de Acción Nacional lanzarán auténticas bolas de fuego con la entrada del ex gobernador de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks, a la contienda por la candidatura presidencial.

Delo por hecho: Romero Hicks se convertirá en un duro contendiente. No tanto por sus posibilidades reales ni historia personal en el establishment del blanquiazul, sino por los grupos que representa, provenientes de la ultraderecha y que buscarán incidir en la nominación del abanderado del PAN.

Romero Hicks fue rector de la Universidad de Guanajuato; en 2000, impulsado por esos grupos conservadores, ganó la gubernatura guanajuatense, con la operación política de conspicuos yunquistas como Juan Manuel Oliva, Elías Villegas y Alfredo Anda Páez. En su sexenio, Felipe Calderón lo hizo director del Conacyt, y desde 2012 es senador de la República.

Un detalle que no hay que perder de vista: la cantidad de recursos que dispondrá en su precampaña.

Aquí se queda… ¡aquí entre nos!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí