Liliana Jiménez
Morelia, Michoacán.- Feliciana Rosales Peñaloza, ‘Chana’, como le decían de cariño, es velada por sus familiares y amigos, en un póstumo acto de amor, en la casa de sus padres, ubicada en la Colonia Industrial.
Chana, de 42 años, era instructora en el DIF Morelia, desde hace cuatro años. Ella falleció junto con otras 27 personas que iban a bordo de un autobús de vacaciones a las playas michoacanas, cuando impactaron una pipa de gasolina en la Autopista Siglo XXI, al perder el chofer el control de su transporte.
Tres valientes jóvenes, de 22, 19 y 17 años, acompañan a su madre en su última cita con sus familiares, bajo una carpa que han instalado de forma provisional en la calle, para mitigar el calor.
Fue la hija mayor quien tuvo que avisar a la familia que su madre probablemente iba en el fatídico autobús. Así comenzó el peregrinar de la familia hasta poder corroborar que Feliciana era una de las víctimas fatales del accidente.
Fue hasta el día de ayer que obtuvieron confirmación oficial por parte de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y recibieron el cuerpo en medio del dolor por su prematura muerte.
Su hermano Fabián aseguró que han recibido el apoyo para gastos funerarios de la aseguradora y esperan que el Gobierno del Estado les ayude con el costo de la gaveta donde Chana será sepultada, en el Panteón Gayosso.
En la Catedral de Morelia los deudos podrán despedir a quien fue hija, hermana y madre, en una misa de cuerpo presente junto con una decena de víctimas del accidente más, y sus familiares.
Fabián agradeció el apoyo del Gobierno del Estado a su familia en este momento tan difícil, en especial al secretario de Salud, Elías Ibarra.
Desde esta redacción, todo el respeto y condolencias para Fabián y su familia, y en especial para los tres jóvenes a los que ahora Chana les acompaña en el corazón.