Santiago, Chile.- Hay dos fantasmas que rondan el calendario electoral europeo en 2017: el inesperado triunfo del Brexit en Reino Unido y la victoria del empresario Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos el año pasado.

Los ojos estarán puestos ahora en los comicios del próximo domingo en Francia, cuando 45 millones de personas podrán acudir a las urnas para elegir al sucesor del Presidente socialista, François Hollande, cuya baja popularidad le impidió postular a la reelección. Pero en esta carrera electoral se juega mucho más que la elección del próximo jefe de Estado francés, pues también son la mayor prueba para ver qué tan fuerte soplan los vientos populistas en el Viejo Continente, dijo hoy La Tercera.

El populismo ya había tenido una de sus pruebas el 16 de marzo en Holanda. Pero la derrota del euroescéptico Geert Wilders, que proponía el cierre de todas las mezquitas en el país y la prohibición del Corán, les dio un respiro a los partidos tradicionales europeos. Esos comicios eran vistos como un termómetro para el resto de los países.

“Estoy bastante seguro de que el resultado de las elecciones presidenciales en Francia tendrá una influencia mimética en el resto de las elecciones en otros países”, aseguró a La Tercera el analista Thomas Guénolé, del Instituto de Estudios Políticos de París.

Según la mayoría de las encuestas, a una semana de las elecciones francesas, la líder del Frente Nacional, la ultraderechista Marine Le Pen, es la gran favorita.

A pesar de que la candidata ha ido suavizando su discurso, aún comparte similitudes con Wilders, Trump y otros movimientos euroescépticos que han ido ganando espacio en varios países europeos. La mayoría predica contra los inmigrantes y el islam y propone una ruptura con el establishment político.

En el caso de Le Pen, su llegada al poder también podría abrir las puertas a un posible “Frexit”, ya que la candidata prometió realizar un referendo sobre la membresía de Francia en la Unión Europea. Eso sí, necesita que se modifique la Constitución gala para lograrlo, tarea no menor.

“Las dinámicas políticas en Francia son bastante nacionales. Lo que puede ocurrir a nivel europeo es que se vaya instalando cierta acción coordinada entre estos partidos nacionalistas o populistas, lo que no deja de ser una paradoja interesante. Los que están impulsando una vuelta a lo nacional son bastante capaces de coordinarse y eso ha ocurrido en el Parlamento Europeo”, aseguró a La Tercera el académico francés del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Antoine Maillet.

Tras las elecciones francesas habrá otros exámenes para el populismo en las urnas europeas. El 24 de septiembre tendrán lugar los comicios federales en Alemania, en donde se elegirán 631 diputados. De entre ellos saldrá el nuevo canciller alemán. Esa votación podría tener como consecuencia el ingreso parlamentario del populista Alternativa para Alemania (AfD), que actualmente alcanza un 13% de respaldo en los sondeos. El ascenso de este partido se ha nutrido de las críticas que la canciller Angela Merkel ha recibido por su política de acogida a los refugiados.

El bloque de Merkel sigue liderando las encuestas en intención de voto, con un 36%. Pero según estos sondeos, AfD es el único partido que ha logrado aumentar significativamente su intención de voto en los últimos meses.

Incertidumbre total

El real apoyo de Le Pen en las urnas sólo podrá medirse tras la primera vuelta. Esto, porque los 11 candidatos a la Presidencia se enfrentan en un escenario de completa incertidumbre. Nadie duda de que habrá una segunda vuelta el 7 de mayo.

“En estos momentos en Francia Le Pen ha recibido bastantes críticas por su falta de dinamismo en su campaña, que se ha visto con una baja que ha tenido en las encuestas. Ha perdido el momentum, ha sido muy plana, no ha tenido mucha visibilidad. Está por verse y hay más incertidumbre de lo que había hace dos semanas”, explicó Maillet.

Según un sondeo del instituto Ifop publicado el martes, Le Pen y el centrista Emmanuel Macron lideran las preferencias, pero con un margen mucho más estrecho. La líder nacionalista obtendría, según esta encuesta, un 24% de apoyo, mientras que Macron, un 23% (Ipsos incluso los muestra empatados en 24%). Ambos han registrado un descenso de 2,5 puntos en un mes.

La gran sorpresa la podría dar el candidato izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que no ha hecho más que escalar en los sondeos. Según Ifop, posee un 19% de intención de voto, siete puntos porcentuales más que hace un mes. Supera también al candidato conservador François Fillon, que obtiene un 18,5% en esta encuesta. Según explicó Ifop, cualquiera de los cuatro candidatos tiene posibilidades de pasar a la segunda vuelta.

Ante un escenario en el que Le Pen se enfrente con Macron, el candidato centrista lograría más del 60% de los votos. Sin embargo, y debido al rápido e inesperado avance de Mélenchon, no hay mediciones sobre su posible desempeño en un balotaje.

El escenario que más ha asustado a los mercados es una lucha entre Le Pen y Mélenchon, ya que ambos comparten un enfoque rupturista. Los analistas advierten que hay que considerar también el número de indecisos, que hoy alcanza al 30% de los votantes. Este electorado podría decidirse a última hora por cualquiera de los cuatro candidatos y cambiar todo.

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