Alejandro Amado
Morelia, Michoacán.- Es Viernes Santo y la fe no conoce de barrotes. Por eso los reclusos del Centro de Readaptación Social “David Franco Rodríguez” realizaron hoy la XV edición del Viacrucis, donde participaron internos que se han colaborado en otras ocasiones en presentaciones teatrales como las pastorelas.
Poco menos de dos meses les tomó a los internos realizar los ensayos. Fue difícil: al interior del penal los dividen por áreas y si alguna no tenía permiso, ya no podían ensayar todos los participantes. A pesar de ello, el Viacrucis se llevó a cabo con lo justo. Con precauciones: las espadas eran de cartón. Había que evitar tentaciones.
Algunos actores fueron relevados de último minuto, lo que se notaba porque participaron sin el vestuario característico. Al final participaron casi una centena de los mil 687 reclusos con que cuenta el penal, incluyendo los trasladados del recién cerrado penal Francisco J. Múgica.
Alrededor de las 11:00 de la mañana el evento dio inicio con la representación de la Última Cena. Jesús repartió el pan e hizo saber que uno de ellos lo entregaría. Especialmente celebrado por el auditorio fue la chusca participación de Barrabás, de nombre Heraclio, quien luego de ser liberado a cambio de Jesús se burló de este diciéndole “te vas a morir”, mientras se alejaba brincando al celebrar su ficticia libertad.
Otro personaje que ya es toda una tradición en la representación es El Ladrón Bueno, cuyo actor lleva ya años integrándose al reparto. Señala que ha buscado sin éxito el papel de Cristo en los 13 años que lleva preso, pero tiene la esperanza de que se le considere en los cuatro años de condena que le restan. Le llena aún más de esperanza la idea de obtener su libertad por buena conducta antes del tiempo dictaminado. Refiere que para poder participar en el Viacrucis es necesario tener un buen historial al interior del penal.
De las 71 presas que hay en ese reclusorio, ninguna participó en la representación pues los papeles femeninos fueron realizados por mujeres externas al penal. De manera que la representación es llevaba a cabo por la población masculina del penal.
Algunos familiares de los presos tuvieron acceso a la representación. La representación finalizó al filo de las 13:30 horas, luego de que se presentara la muerte de Jesús con un ladrón a cada costado. El evento se llevó a cabo sin incidentes y fue una buena muestra del potencial que puede llegar a tener la readaptación social; los reclusos parecieron concentrados, comprometidos y contentos. Un paso que, más allá de la fe, demuestra la utilidad de estas actividades para ayudar a las personas a reintegrarse a la sociedad.
