Texto y fotos: Rodrigo Sandoval
Tarímbaro, Michoacán.- La construcción y ensamble de muebles es su oficio desde hace años. Piensa que la falta de empleos y de oportunidades es la debilidad y la cruz del México contemporáneo. Él propone generar más fuentes de trabajo para que la gente viva mejor.
Vive con su esposa, Irene y sus dos hijos, Adán y Ariel. Es el penúltimo de 11 hermanos y ha participado en las actividades de la Iglesia de Tarímbaro desde hace muchos años. Tiene 36 y comenzó a los 15, recuerda.
Adán Rangel Reyes llevará a cuestas una cruz que ronda los 90 kilos. Protagonizará el papel de Jesús en el Viacrucis Viviente del Viernes Santo en el pueblo de Tarímbaro. Desde hace 8 años lo interpreta; este será el noveno “si Dios nos da licencia”, comparte con fervor.
Adán proviene de una familia de campesinos y comerciantes; su padre produce la tierra y su madre vende los productos agrícolas. El joven mueblero de dice preparado y lleno de esperanza, ilusión y fe para interpretar a Jesús el próximo viernes 14 de abril.
En entrevista con primeraplananoticias.mx confiesa que la alegría es lo que lo motiva a interpretar a Jesús. “Me gusta participar, ya tengo años participando y me da una gran alegría y me motiva, más que nada”, agregó.
Hacer el papel de Jesús no obedece al cumplimiento de alguna manda o promesa; lo que lo lleva a representar al mesías el Viernes Santo es su alegría por figurar en la escenificación que recorre las principales calles del pueblo.
“Desde chavo he participado en las representaciones y más que nada es un gusto”, comenta sonriente y con la mirada llena de ilusión, pero también comparte que esta interpretación la ofrece a su familia, que entre los espectadores también con él la Pasión de Cristo.
Adán recorrerá aproximadamente tres kilómetros con una cruz a cuestas de dos pesadas vigas atravesadas que pesan cerca de 90 kilos. Él se prepara física y espiritualmente mediante confesiones y retiros espirituales en la parroquia de San Miguel Arcángel.
Pero también se ha ejercitado físicamente a través de la rutina del trabajo diario, ejercicio y salir a correr.
El “Jesús” de Tarímbaro segura que interpretar a Jesús en la actividad católica de su municipio ha cambiado su vida, “porque gracias a Dios me va bien, por ese lado sí motiva a la vida para seguir adelante”.
Adán recuerda que hace algún tiempo vivió en Estados Unidos, con una estancia legal y un trabajo temporal de un año; “me dedicaba a la yarda”, que es básicamente la jardinería, arreglo y mantenimiento de casas, “iba un año y se acababa el tiempo y regresaba y luego ya no fui”, rememora.
Este Viernes Santo personificará a Jesús y “padecerá” lo que Él. Junto a 110 personas que colaboran tanto en la parte de escenografía y montaje, como participando activamente en el Viacrucis Viviente saldrá a las calles de su natal Tarímbaro, un pueblo profundamente religioso.
Tarímbaro realiza este viacrucis en vivo desde hace 57 años desde la época del padre José Flores Gamiño, allá por principios de 1960. Al sacerdote, los tarimbarenses reconocen como el iniciador de la tradición, explica Lorenzo Ayala Medina, campesino y organizador del Viacrucis Viviente de este año.
El recorrido de tres horas, que será seguido por miles de fieles, espectadores comunes y turistas, iniciará en la plaza que se ubica a las afueras de la parroquia dedicada a San Miguel Arcángel, construida en el Siglo XVI y que en esa época fungía como convento-hospital de la orden franciscana donde se evangelizaba a los nativos.
La multitudinaria procesión continuará hacia el cerrito más alto que circunda al pueblo, conocido por los habitantes como “El Cerro de la Cruz”, donde el joven Adán Rangel serla “crucificado”, y ahí terminará el Viacrucis Viviente con las Siete Palabras.