Ciudad de México.- El cantautor mexicano Joan Sebastian no era un santito y recibió en su rancho a menores de edad que eran explotadas sexualmente, dice el columnista de La Opinión, La Víbora.
Al parecer, el artista resultó no ser tan santito como muchos creían. Según reportes de prensa, al menos dos chicas que fueron víctimas de mafias que se dedican a explotar sexualmente a mujeres, declararon que fueron llevadas al rancho del fallecido cantante en Juliantla, Guerrero, para participar en fiestas, y no precisamente infantiles, informó La Opinión.
Las dos jóvenes, que no se conocen entre sí y cuyas declaraciones, supuestamente, coinciden, dijeron que en esas reuniones había de todo, hasta niñas pequeñas, a las que los mafiosos se referían como las “chicas”, porque tenían entre 2 y 9 años de edad –están leyendo bien, 2 a 9 años de edad–. Y que Joan Sebastian les decía que eran como sus “princesas” y que él las cuidaría como su papá; que además les daba regalos costosos.
Ustedes dirán, “Ay, es que era tan bueno que las quería ayudar”. Pues no, mis queridos, porque al parecer una de las mujeres que dio su testimonio dijo que el mismo artista escogía a la “mercancía”, o sea, a las mujeres que quería en su rancho, basado en un álbum de fotos que los mafiosos le presentaban.
En todo este caso, como siempre, Maribel Guardia dice que metería las manos al fuego por su examante. Que el hombre nunca hubiera sido capaz de hacer tales cosas. Yo le pregunto a ella: ¿Vivías con él? ¿Te consta que era un santo? quizás por algo al hombre le gustaba estar solo.
Y es que como bien dice el refrán, “Caras vemos, corazones no sabemos”.
