Cualquiera que conozca o haya tratado con Andrés Manuel Lopez Obrador sabe, primero, de su necedad, y luego de su intolerancia ante lo o los que él considera contrarios a su causa. Se muestra y se dice “implacable” si se siente “traicionado”. Es sabido, también, que a la hora del cálculo electoral, sobre todo si su candidatura presidencial -va por la tercera- está en peligro, juega -literalmente- con eso de la “República amorosa” y la “amnistía” a quienes hayan abusado a costa del poder y del erario público en el pasado.

Ahora mismo, por ejemplo, esta en la pepena de todos quienes, alucinados por las encuestas, quieren sumarse a su “proyecto de nación”. No importa de dónde provengan. No importan sus antecedentes. ¡Qué importa si son de la mafia en el poder!

Sus seguidores a ultranza, pasionales e intolerantes como él, están por las mismas. Se podría hacer el recuento que el lector o la lectora mande de esas inconsistencias del líder de Morena, y la respuesta del tabasqueño y sus seguidores seria la misma. Ya se puede uno imaginar. Pero un sólo caso, uno sólo que se pierde, por lo visto en la memoria de muchos:  ¿alguien puede justificar que uno de los adalides del lopezobradorismo  sea Manuel Bartlett? Si, uno de los artífices del “fraude” de 1988.

¡Ya! Que cada quien haga su repaso de la historia reciente, nombres y hechos. Pero la mera verdad, se tendría que que concluir que, a como va, un eventual triunfo de Lopez Obrador en el 2018 significaría la continuación en el poder de “la mafia”… Nomás que ahora en la versión setentera del siglo pasado, en el peor de los casos, u ochentera, en el mejor.

Pero bueno. Volvamos a la necedad e intolerancia del muy conocido Andrés Manuel. Resulta que el hombre se enojó porque el jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera, destituyó al secretario de Turismo de esa entidad, el empresario Miguel Torruco, cuando se descubrió que andaba haciendo campaña por el tabasqueño.

¿Y por qué se enoja Andrés Manuel? ¿Por qué califica de “prepotente” el cese de Torruco -consuegro de Carlos Slim, por cierto-? A ver, a ver… ¿qué hubiera hecho si, por ejemplo, descubriera que su vocero Cesar Yanez cobra y trabaja también para Graco Ramírez? ¿Qué hubiera hecho si descubriera que Martí Batres coquetea con el PRI y Miguel Ángel Osorio?

¡Uyyyy! Los quemaría en leña verde y los expulsaría del paraíso. ¿O no? ¿Acaso los perdonaría? ¿Que no vale la precandidatura presidencial de Mancera tanto como la de él? ¿O las encuestas -como si no se equivocaran- son las que determinan el precio y valor de una precandidatura? ¡No!, hoy por hoy, la precandidatura de uno y de otro tienen el mismo peso. Y Mancera está en todo su derecho de defender y creer en la suya. Punto. Le guste o no a Andrés Manuel.

¿O en qué mundo estamos? ¿Andrés Manuel puede hacer lo que quiera y a su interés convenga y los demás no? ¿Sólo Andrés Manuel puede calificar o descalificar?

En esas estábamos, cuando… Otra más. López Obrador le atiza a la Marina por la “masacre” en Nayarit, durante el operativo donde fue abatido uno de los narcos más peligrosos y sanguinarios en el país.

“Señores narcos, entreguen sus armas por favor… Los vamos a detener… Entréguense para leerles sus derechos…”. ¿De verdad alguien cree que esto es así?

En primeraplananoticias.mx nunca, jamás, hemos estado de acuerdo con la violencia; hemos denunciado hasta la saciedad la inoportuna “guerra” que se desató hace diez años, y hemos remarcado siempre la trascendencia del Estado de Derecho y la defensa de los derechos humanos.

No hay duda, creemos. Todos estamos de acuerdo. Pero, señor Andrés Manuel, deje por favor de engañar a la gente. O no lo haga, por lo menos, en temas tan sensibles.

¿O cómo dijo que era: “señores narcos, dejen de traficar, que ya llegó la República amorosa?”

¡Que mentira tan chafa!

Lo leyó usted en primeraplananoticias.mx


Discover more from Primera Plana MX

Subscribe to get the latest posts sent to your email.

Deja un comentario