Ciudad de México.- Como cada año, la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas ofreció este lunes un desayuno para los 165 candidatos al Oscar 2017en el Hotel Beverly Hilton en Beverly Hills, California.
El evento privado y no televisado es por tradición acogedor y amigable, sin nada en la agenda más que celebrar y posar para una foto de grupo, informó Excélsior.
Los productores del espectáculo brindaron con los nominados y les ofrecieron consejos para un discurso de aceptación animado.
La 89 entrega anual de los Premios de la Academia será el 26 de febrero en el Teatro Dolby de Los Ángeles y se transmitirá en vivo por la cadena ABC.
UN OASIS DE RELAX PREVIO A LOS PREMIOS
Un total de 163 nominados en la 89 edición de los Oscar acudieron hoy al tradicional almuerzo de la Academia de Hollywood, donde las celebridades pudieron respirar hondo y relajarse en un ambiente distendido mientras los candidatos sin tanto renombre disfrutaron charlando con sus ídolos.
El hotel Beverly Hilton de Los Ángeles (California) acogió este evento donde actores, directores, guionistas, compositores e ingenieros de sonido, entre otros, se reúnen en torno a una misma mesa para conocer de cerca los entresijos de sus profesiones, dejando atrás los nervios y la presión de las campañas publicitarias.
La Academia invitó al acto a unos pocos representantes de los medios de comunicación, y se pudo compartir la mesa con Justin Timberlake (nominado a la Mejor Canción Original con Trolls), Mahershala Ali (nominado como Mejor Actor de Reparto por Moonlight), Ted Sarandos (responsable de contenidos de Netflix) y Dustin O’Halloran (nominado a la mejor banda sonora original por “Lion”).
“Me dijeron que para disfrutar de estos eventos había que dejar atrás el miedo por conocer a la gente que realmente te inspira, acercarte a saludar y charlar con ellos”, explicó O’Halloran, quien no dudó en acercarse a Steven Spielberg, sentado a unos pocos metros, para decirle que la banda sonora de Close Encounters Of The Third Kind fue lo que le llevó a dedicarse a la música.
Uno de los primeros en llegar al cóctel previo fue Damien Chazelle, director del musical La La Land, la gran favorita a los Oscar con sus 14 nominaciones.
“Aún estoy asimilándolo. Es surrealista”, dijo acompañado por su novia, Olivia Hamilton. “Nunca imaginé algo así. Para mí, la victoria ya fue haber hecho la película porque me llevó mucho tiempo levantar el proyecto. Es un sueño hecho realidad”, agregó.
Esas 14 nominaciones igualaron el récord histórico de Titanic y All About Eve.
“Todo lo que ha venido después ha sido miel sobre hojuelas. Sigo sin terminar de procesar todo esto”, confesó.
Otro novato en estas lides era Taylor Sheridan, candidato al Mejor Guión Original por Hell Or High Water.
“Es realmente apabullante. Es un auténtico regalo”, reconoció Sheridan, que tiene en cartera la secuela de Sicario, titulada Soldado.
“Benicio del Toro estaba fantástico en la primera parte. Tienes que ver lo que ha hecho en la segunda. Es increíble”, avanzó Sheridan mientras disfrutaba de una copa de champán y unas piezas de sushi por las que luchaban también una embarazadísima Natalie Portman y un exultante Mel Gibson, que no probó una gota de alcohol.
La megafonía avisaba a los invitados de que era hora de sentarse para degustar un menú formado por una ensalada de espinacas, róbalo con cuscús, tomate natural y zanahorias y, de postre, tarta de crema de plátano con almendras y salsa de chocolate.
Minutos después, hizo acto de presencia la presidenta de la Academia, Cheryl Boone Isaacs, quien dio la bienvenida a los asistentes y recordó los progresos de la institución en cuanto a inclusión y diversidad.
“Menuda diferencia respecto al año pasado”, dijo, aliviada, en alusión a la cantidad de artistas negros nominados en esta edición, especialmente en las categorías de Mejor Actor y Mejor Actriz.
“Hemos conseguido un progreso real y estoy segura de que va a continuar en el futuro. Queremos ser diversos y liderar con el ejemplo. Nos hemos convertido en agentes del cambio”, declaró.
LAS SILLAS VACÍAS
Isaacs, consciente de que los artistas hablarán sobre las políticas del presidente estadunidense, Donald Trump, en la ceremonia, no eludió el tema.
“Todos sabemos que hay algunas sillas vacías hoy en esta sala y eso nos convierte a todos en activistas”, indicó en referencia a la ausencia del cineasta iraní Asghar Farhadi, nominado al Oscar por The Salesman, quien recientemente anunció que no acudirá a la ceremonia en respuesta a las medidas migratorias decretadas por Trump.
“El arte no tiene fronteras. Las sociedades fuertes no censuran el arte, sino que lo celebran. No podemos permitir que las fronteras nos detengan a ninguno de nosotros”, manifestó Isaacs, unas palabras recibidas con grandes aplausos y vítores por los asistentes.
Tras su intervención, se mostró un vídeo de humor protagonizado por Kate McKinnon, con el que se recordaba las reglas fundamentales en caso de ganar la preciada estatuilla dorada: ser concisos, estar preparados y hablar desde el corazón.
Finalmente, los 163 nominados se reunieron para la tradicional foto de grupo.
“Es un recuerdo para la historia. Sois gigantes del cine y servís de inspiración para las generaciones venideras”, afirmó Isaacs.
La 89 edición de los Oscar tendrá lugar el 26 de febrero en el Teatro Dolby, de Hollywood, y se emitirá en directo en más de 225 países y territorios.