Antonio Rojas Ávila / Primera Plana Noticias
Morelia, Michoacán.- Donald Trump tomó posesión de la Presidencia de los Estados Unidos de América, y después de su juramento solemne ante el presidente de la Corte Suprema, anunció el inicio de una nueva era para su país, definida por el retorno del poder a manos del pueblo. Y con ello, recobrarán su industria, sus empleos y su derecho a una educación y una salud dignas.
“Gracias”, fue la palabra con la que comenzó el discurso de inauguración de su mandato.
Un agradecimiento dirigido directamente a la gente de Estados Unidos, con quien aseguró que, aunque tendrán que enfrentar “calamidades” para lograrlo, lograrán transmitir el poder de Washington al pueblo estadounidense, pues lo que realmente importa no es qué partido controla el gobierno, sino si el pueblo controla el gobierno.
“Juntos vamos a determinar el futuro de este país y del mundo”, sentenció.
Trump desafió abiertamente al statu quo, asegurando que durante mucho tiempo un pequeño grupo de hombres en Washington DC ha sacado todos los beneficios del gobierno, mientras el pueblo ha pagado el costo. Los políticos prosperaron, dijo, pero los trabajos se fueron y las fábricas se cerraron.
“Las victorias de los políticos no han sido las victorias del pueblo”, denunció.
El 45º presidente de los Estados Unidos anunció que este día será recordado como el día en que el pueblo se convirtió en el gobernador de su nación una vez más. Así, se dirigió a sus compatriotas diciendo:
“A las familias que luchan por esta nación: Este es su día, su celebración, sus Estados Unidos de América, su país”.
Los hombres y mujeres olvidados, ya no serán olvidados, aseveró, pues este “momento histórico e inédito en el mundo” significa que su nación se redefinirá al servicio de sus ciudadanos, a quienes dotará de trabajo y sistemas educativos dignos, y eliminará a los males que limitan su potencial: las pandillas y drogas.
“La carnicería humana se detiene aquí mismo y ahora mismo”, determinó.
Asumió su juramento como un compromiso con cada uno de los estadounidenses, quienes dejarán de buscar empleos y se unirán para construir carreteras, caminos, puentes, aeropuertos y líneas férreas por todo su territorio, y se comprometió a que todo esto se edificará con mano de obra estadounidense.
“Somos una nación y su dolor es nuestro dolor, sus sueños son nuestros sueños y sus éxitos serán nuestros éxitos.
“Compartimos un glorioso destino”, proclamó.
Condenó la actitud de los políticos que se dedican a hablar y a las promesas vacías, y decretó que su tiempo terminó. A ellos les anunció que no tendrán lugar en el nuevo proyecto nacional.
“Se acabó la demagogia; llegó el momento de la acción”, advirtió.
Finalizó el primer mensaje a su nación haciendo un llamado a la unidad, augurando que surgirá un “nuevo orgullo nacional”, que cerrará las divisiones entre negros, cafés y blancos, entre rurales y urbanos, entre todos los que comparten la “sangre roja” y “las gloriosas libertades ante la bandera de los Estados Unidos”. La unión del pueblo conformará el nuevo proyecto-país que Trump encabezará, para llegar al “nuevo destino” estadounidense, que estará fundamentado en la voz, las esperanzas y los sueños del pueblo.
“Su valentía y su amor nos guiará.
“Juntos haremos que Estados Unidos vuelva a ser grandioso.
“Dios bendiga a Estados Unidos”, clamó.