Alejandro Amado
Morelia, Michoacán.- Este 20 de enero llega a la Presidencia de Estados Unidos Donald Trump, el magnate elegido democráticamente que podría trastocar los acuerdos comerciales que llevó años construir en la región.
Además del riesgo para la economía mexicana, otra amenaza no menos importante son las expresiones discriminatorias que ha emitido el republicano, no pocas dirigidas a la comunidad latina, especialmente a los mexicanos. Durante su campaña no tuvo contemplaciones en su discurso antimexicano.
“Asistimos a la normalización del odio a quien es diferente a ‘los valores americanos’”, señala el catedrático de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), David Pavón Cuéllar.
El académico subraya que Trump no habla de defender derechos, sino de defender “privilegios” de la población americana. “No habla de ricos ni pobres en su discurso sino de americanos”, expone el investigador.
“México nos envía a la gente que tiene muchos problemas, que trae drogas, crimen, que son violadores”… “Este es un país en el que hablamos inglés, no español”… “Un muro en la frontera con México nos ahorraría mucho dinero”, son sólo algunas de las frases emitidas por el republicano en su campaña, dos de ellas con dedicatoria para México.
Pese a que las expresiones discriminatorias que ha lanzado el presidente electo del país más poderosos del orbe, violan diversos tratados internacionales de Derechos Humanos, lo cierto es que un porcentaje importante de norteamericanos comulgan con las ideas de quien ve en la construcción de un muro la solución al fenómeno migratorio, que es planteado como un problema de seguridad nacional por la próxima administración de la Casa Blanca. Para Donald Trump los inmigrantes son delincuentes.
El magnate inmobiliario insiste en que los mexicanos envían lo peor de su gente a Estados Unidos, las manifestaciones de discriminación en centros escolares se han triplicado desde que Trump inició su campaña, así como las llamadas de prevención del suicidio entre las comunidades hispanas, según datos de la Secretaría del Migrante de Michoacán.
Los estadounidenses que votaron por Trump parecen entender que si el presidente electo está discriminado a latinos, a mujeres, a la comunidad gay, a musulmanes o refugiados, entonces ellos también pueden hacerlo.
Su discurso, que sitúa como prioridad el patriotismo, preocupa a académicos y expertos en derechos humanos, quienes prevén un recrudecimiento en los actos de discriminación, no sólo hacia los mexicanos, sino para todas las minorías, no necesariamente raciales, pues sus expresiones de odio han alcanzado a la comunidad lésbico gay y a las mujeres.
Ante el suceso ocurrido en Monterrey el miércoles, cuando un adolescente disparó a varios compañeros para luego quitarse la vida, cabría preguntarse quién es el que está enviando lo peor de su país, pues siete de cada 10 armas que ingresan al país lo hacen de forma ilegal por la frontera norte.
El hecho causó conmoción, pues parece replicar el patrón de este tipo de ejecuciones en escuelas norteamericanas.