Ciudad de México.- Felipe Calderón se unió al club de las puertas giratorias y ahora tiene un nuevo trabajo: es consejero independiente de la empresa Avangrid, filial de la multinacional energética Iberdrola.
Así, después de haber ocupado la silla presidencial, Calderón es ahora empleado indirecto de una de las empresas que más se han beneficiado con la privatización de la electricidad en México.
Calderón aceptó la invitación para incorporarse a esta empresa con sede en Estados Unidos, tres años y medio después de haber sido presidente de México, por lo que según su oficina de prensa, no tiene ningún impedimento de trabajar.
“La Ley Federal de Reponsabilidades de los Servidores Públicos establece en su artículo 47 fracción XV que los servidores públicos deben abstenerse de aceptar algún empleo, cargo o comisión hasta un año después de haber dejado el cargo” se lee en el comunicado emitido por la oficina de prensa de Calderón.
Aunque se deja en claro que “las operaciones de Avangrid se circunscriben al mercado americano de energía y no tiene ni ha tenido ninguna participación en México”, la compañía pertenece en un 81.5 por ciento a Iberdrola, la empresa española que durante el sexenio de Felipe Calderón se convirtió en la principal generadora de energía eléctrica privada en México gracias a una jugada maestra que contó con la complacencia de Los Pinos.
La multinacional aumentó considerablemente sus ganancias al desplazar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la venta de energía eléctrica a las grandes empresas, después de que el gobierno calderonista le permitió modificar sus permisos originales para transformarse de productor independiente en autoabastecedor, de acuerdo con una nota publicada por el periodista Israel Rodríguez en el diario La Jornada.
El contrato original establecía que Iberdrola estaba obligada a suministrar energía durante 25 años exclusivamente a la CFE, pero el cambio le concedió la posibilidad de aumentar su capacidad en la generación de energía y convertirse en proveedor de electricidad de grandes empresas como Cervecería Moctezuma, Cuauhtémoc, Chedraui, Sigma Alimentos, Soriana, Kimberly Clark (de Claudio X. González) y Nissan, dejando que la CFE se encargara únicamente de otorgarle el servicio a los pequeños consumidores.
Felipe Calderón en el anuncio de una planta generadora de energía eólica en Oaxaca. Foto: Gobierno de la República/Flickr
La multinacional española aprovecha también la red eléctrica con millones de postes, transformadores de distribución y miles de kilómetros de líneas, construidas durante más de 70 años por la CFE y la extinta Luz y Fuerza del Centro, lo que le permite llegar a cualquier lugar del país, pagando un costo de porteo que no llega ni a los 20 centavos por kilovatio-hora.
Por si fuera poco, Iberdrola se ha visto favorecida con la obtención de contratos millonarios por parte de la CFE. En 2012, recibió 43 mil 422 millones 854 mil 800 pesos, según lo reveló la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En 2014, obtuvo mil millones de euros derivados de los contratos para construir infraestructura y en 2016 ganó una licitación por 400 millones de dólares para construir la central de ciclo combinado del Noroeste, en Sinaloa, según el diario El País.
En 2010, durante la visita de Felipe Calderón a España, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, le agradeció sus esfuerzos por los cambios en la regulación y le pidió que resolviera los “pequeños escollos” para seguir construyendo parques eólicos en Oaxaca, pese a la oposición de los habitantes. Seis años después lo premia otorgándole un empleo dentro de una de sus filiales en el mundo.
Felipe Calderón recibió en 2009 a José Ignacio Sánchez Galán, director general de Iberdrola, en la Residencia Oficial de los Pinos. Foto: Gobierno de la República/Flickr
Kessel, del gobierno calderonista a Iberdrola
Antes de la llegada de Calderón a la multinacional, Georgina Yamile Kessel Martínez, quien fue secretaria de Energía durante su gobierno, se integró como vocal en el Consejo de Administración de Iberdrola España el 24 de abril de 2013, apenas cinco meses después de haber dejado su cargo en la administración pública, con un sueldo de 176 mil euros al año.
Con Kessel, quien ocupó desde 1994 todos los puestos de responsabilidad relacionados con la electricidad, Iberdrola tuvo un importante crecimiento de sus negocios en México.
Tan sólo en 2014, la multinacional española obtuvo ganancias por 372 millones de euros, una suma considerable si se compara con los 286 mil euros que gastó ese año, al subirle el sueldo a la ex funcionaria federal en el gobierno de Calderón.
¿Puertas giratorias?
“Puertas giratorias”, así llaman en España a la práctica del conflicto de interés que existe en el intercambio de políticos que van del gobierno a las empresas privadas.
“Son personas que conocen por completo los entresijos de la administración pública y, sobre todo, conocen a los que ocupan los sillones de mando. Se busca a quienes redactan las leyes y son capaces de hacer ganar o perder, de un plumazo, miles de millones a los ciudadanos o las grandes corporaciones”, así los define el periodista Luis Miguel Montero, en su libro El club de las puertas giratorias.
Este periodista que documentó casi 200 casos en los que los funcionarios públicos de España pasaron a ser empleados de las grandes multinacionales y viceversa, señala en su libro que empresas como Iberdrola invierten en material humano, pero “no buscan profesionales, ingenieros ni especialistas en sus sectores de negocios. Buscan contactos, gente capaz de llamar a la puerta y ser recibido en los más importantes despachos“.
“En ocasiones estos elegidos por las multinacionales terminan trabajando en los sectores en cuya regulación influyeron decisivamente cuando legislaban. Es lo que se conoce como “puertas giratorias” o “revolving doors” en su terminología inglesa. Y se da en ambas direcciones: empresa-política y política-empresa”.
Tras el anuncio del nuevo empleo de Calderón, usuarios de redes sociales demandaron que el ex titular del Ejecutivo federal, renuncie a la pensión vitalicia que le concedió el Estado y que le reporta ingresos mensuales por un millón 22 mil 880 pesos (14 millones 745 mil pesos al año), así como un presupuesto, mensual también, de 816 mil pesos, para cubrir los salarios de 19 empleados del Gobierno Federal.
Con información de Polemón