Juan Antonio Magallán

Morelia, Michoacán.- El proyecto de reestructura de la deuda estatal que envió el Poder Ejecutivo al Legislativo de Michoacán será factible, siempre y cuando se modifique la Ley Orgánica de Administración Pública de la entidad con la finalidad de reducir el gasto corriente, ya que la tendencia de crecimiento de nómina en gobierno estatal ha sido una constante, planteó Jesús Alba Aguilar, integrante del Centro Michoacano de Evaluación (Cemide).

En conferencia de prensa, el analista financiero refirió que la propuesta de reestructurar cuatro créditos por parte de la Secretaría de Finanzas y Administración (SFA) “es factible” ya que si se logran bajar las tasas de interés de los créditos adquiridos en 2013, mejorar los aforos de pronto pago, disminuir fondos de reserva y ampliar los créditos de pronto pago, significaría un ahorro de 300 millones de pesos anuales.

Sin embargo, Jesús Alba explicó que históricamente, Michoacán ha tenido una historia crediticia que lo ha llevado a tener una calificación de triple B negativo en 2016, cuando en 2001 tenía una calificación A positiva por parte de Standard And Poors Rating Services, empresa que brinda la calificación crediticia a las entidades, y dependiendo de eso, los países y estados pueden acceder a mejores condiciones de crédito.

“La calificación de Standard And Poors te permite acceder a mejores condiciones de crédito, y para ello se toma en cuenta que una entidad gaste menos de los que pide en préstamos, si no lo hace, las condiciones de empréstitos se elevan”, explicó.

La situación para Michoacán ha agravado de A positivo a triple B negativo porque ha destinado gran porcentaje para pago de gasto corriente, como ejemplo de lo anterior Jesús Alba reseñó que mientras no se baje el gasto en sueldos y salarios, la reestructura no tendrá efecto, “así la realice cada mes”.

Según información recabada vía acceso a la información por parte del Cemide, la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), Secretaría de Turismo (Sectur), la Coordinación General de Gabinete y Planeación y la Secretaría de Finanzas y Administración (SFA) han tenido aumentos de entre 15 y 24 por ciento en gasto de sueldos y salarios.
“Tenemos debilidad institucional en el Congreso y el Ejecutivo, mientras se siga contratando gente no se podrá solventar el déficit”, agregó.

Para el caso de la Sedeco, Jesús Alba resaltó que en el 2015 creció un 31 por ciento de nómina, mientras en el 2016 un 15. 7 por ciento en ese capítulo.

Para el caso de Sectur, el pago a sueldos y salarios en 2015 creció un 16 por ciento y en el 2016 un 12.12 por ciento. En tanto, para la Coordinación de Planeación, en el 2015 y 2016, la nómina creció un 12 por ciento cada año.

Y para SFA, el crecimiento en nómina fue de 9.6 por ciento en 2015, y de 24 por ciento en 2016.
“La reestructura es necesaria y la propuesta es buena, pero mientras no se corrija lo del aumento de recursos destinados para gasto corriente, no serviría de nada”, concluyó el analista.

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