Juan Antonio Magallán
Morelia, Michoacán.- Son varios los militantes perredistas que se sienten relegados por el actual grupo gobernante que coquetean con Morena y se aprestan a dar batalla por las candidaturas del partido de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Su lógica es la oferta y la demanda, y se entregan al mejor postor.
Personajes como la extitular de la Secretaría de Política Social (Sepsol) en el sexenio de Lázaro Cárdenas Batel y exsecretaria de Educación con Leonel Godoy, Graciela Andrade García Peláez; el exsecretario de Gobierno y actual diputado federal, Fidel Calderón Torreblanca; el senador Raúl Morón, y hasta el exgobernador Leonel Godoy Rangel han ofrecido al “Peje” la estructura que, según ellos, mantienen dentro del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que podría ser útil a la organización morenista durante el proceso electoral del 2018.
Destacan los casos de Godoy Rangel, a quien algunos pejistas incluso lo identifican como el futuro coordinador de la campaña de López Obrador en Michoacán, y el de Graciela Andrade, quien hace grilla en la Ciudad de México para ser nombrada coordinadora estatal del partido. A nivel local sus alfiles son Roberto Pantoja y Miguel Ángel Sandoval, quienes se han convertido en los portavoces de sus ambiciones.
Andrade y los espejitos
Hoy le llueven críticas a la extitular de la SEE godoyista por su oportunismo y las mentiras con las que ha pretendido “vender espejitos” a López Obrador, con la peregrina idea de que revivirá los Comités de Desarrollo Comunitarios (Codeco) que ella organizó en la administración estatal de Lázaro Cárdenas Batel.
De la mano de “Chela” Andrade y de Morón llegarían también a Morena representantes de una expresión de la Sección XVIII de la CNTE en Michoacán, como Artemio Ortiz Hurtado, Juan Pérez y Jorge Cazares, con la única intención de tener candidaturas al Congreso local, a la Cámara de Diputados o al Senado de la República. Todos ellos, en el mercadeo de los votos y posiciones que convergerán en el 2018, han puesto sobre la mesa de López Obrador las cuentas alegres asegiran poseer por el presunto control que ejerce una fracción de la CNTE.
La realidad, al parecer, es otra. Diversas fuentes consultadas dentro de Morena coinciden en que el eventual arribo de Graciela Andrade a la coordinación estatal podría provocar el enojo de la militancia de abajo, e incluso de los cuadros dirigentes, que desde la fundación han venido haciendo el trabajo para la organización de los comités distritales.
Chela, investigada por ASM; busca el blindaje político
Morenistas fundadores del partido revelaron a Primera Plana que Andrade García podría estar buscando el cobijo lópez-obradorista ante las auditorías que se le están ejerciendo para revisar su gestión en la SEE.
Graciela Andrade está bajo el ojo de la Auditoría Superior de Michoacán (ASM) por un presunto desvío millonario del Fondo Metropolitano a Educación Básica durante su estadía en la SEE. Con Morena, “su jugada política” radicará en la búsqueda de blindaje.
Y destacan que desde la fundación de Morena Andrade posicionó dentro del partido naciente a sus dos incondicionales, quienes ya pasaron por la dirigencia estatal, Miguel Ángel Sandoval y actualmente Roberto Pantoja. Las fuentes informaron que ambos deben favores a Graciela Andrade, ya que presuntamente se les entregó una plaza automática durante su gestión en la SEE. Pero Sandoval y Pantoja no tienen el apoyo, ni solidaridad de los morenistas “de a pie”, por su opacidad como funcionarios y porque son “extraños” en la agenda pública.
Desaseo en manejo de recursos
Tanto la dirigencia de Miguel Ángel Sandoval como la Roberto Pantoja están bajo el escrutinio y la sospecha de malos manejos de los recursos partidistas, pues entre la gestión de uno y otro “se perdieron” más de un millón y medio de pesos.
Al no poder acreditarse el destino de ese presupuesto ante la autoridades electorales, ahora el partido se hará acreedor a una multa que rondará en los cuatro millones de pesos. Para los morenistas resulta inconcebible está falta de rigor, y recuerdan que AMLO ha dicho que “aquí no caben los corruptos”. La pregunta vital es: López Obrador estuvo en gira desde el 28 de noviembre al 2 de diciembre en municipios de la entidad. La pregunta que muchos se hacen es: ¿se enteró del desaseo político y financiero en que se ha convertido su partido en Michoacán?
Fidel y Godoy, “en el aire”
Mientras tanto, cuadros perredistas como Fidel Calderón y Leonel Godoy “andan en el aire” venteando sus últimos movimientos en los medios de comunicación, pero a pesar de ello hay militantes morenistas en “tierra” creando comités municipales para tener una estructura unida para las elecciones presidenciales del 2018, a quienes parece no inquietarles la intromisión de militantes del Sol Azteca.
Por si lo anterior fuera poco el partido está dividido en cuatro grupos: uno dirigido por Graciela Andrade, otro por Juan Pérez, otro por Artemio Ortiz y uno más comandado por Alfredo Ramírez Bedolla. Esto a pesar de que los estatutos de creación del partido del “Peje” no permita la subdivisión en grupos.
Durante la última gira de AMLO gira en Michoacán se esperaba que los perredistas que han mostrado la simpatía hacia los pejistas salieran del closet y se integraran al proyecto de nación de López Obrador, toda vez que hasta la fecha se han dedicado a promover el voto hacia Morena pero no se han afiliado al órgano partidista. Sin embargo, solamente se observó (en público) a un Fidel Calderón aplaudiendo los panfletos ideales de López Obrador.
En resumen, los militantes perredistas se han dedicado a jugar a la “oferta y la demanda” bajo la imagen de AMLO y Morena, con la finalidad de obtener “algún hueso” en las elecciones del 2018.