Santiago, Chile.- La modelo y actriz de películas XXX, la colombiana Esperanza Gómez, concedió una entrevista a Canal CaliTV, en donde habla de sus inicios en el porno y cómo se proyecta a futuro, como empresaria.
“Ya a los treces años fue que me encontré la primera revista de porno bajo el colchón de la cama de mi hermano, me pareció algo muy interesante, pues a nosotras nos criaron con una mentalidad de que los desnudos eran pecado, que exhibir el cuerpo era pecado (…) entonces cuando yo me encuentro esa revista, yo veo gente completamente desnuda, en un acto íntimo sexual, entonces empieza uno a cuestionarse”, cuenta la mujer que hizo sus primeras armas en el mundo del modelaje.
“Entonces uno como que empieza a ser más autónomo en las decisiones, empezó mi mente a volar, por supuesto yo me soñaba en esas mismas posiciones, haciendo esas mismas cosas que veía en la revista, y ahí surgió ese amor, porque eso fue, amor a primera vista, en esa época, amor por el porno”, reconoce, según The Clinic.
Cuenta que en esos años, de su despertar por el porno, no sabía que había videos, pues sólo había visto imágenes fotográficas. “Yo soñaba con hacer las imágenes fotográficas”.
“Cuando llegué a Cali, a los 17 o 18 años, fue que vi mi primer video porno con el que actualmente es mi marido, éramos amigos en esa época, quien me dijo ‘usted está equivocada, no solamente existen las revistas, venga, le muestro lo que es el cine porno’”. Confiesa que al ver la grabación, se le pasó por la cabeza que también ella lo podía hacer.
El inicio
Fue entonces que Esperanza Gómez decide partir a Estados Unidos a probar suerte, a tocar puertas.
“Cuando llevaba ya dos años de relación con mi marido fue que tocamos el tema del cine para adultos. El me apoyó, me dijo que le encantaría tener a una mujer que fuera playboy o que fuera porno, y pues en ese momento ya era chica playbioy colombia, entonces Él me dice ‘ya tengo mi playboy, me falta la porno, y las voy a tener las dos en una mujer”. “A Los 20 dias de ese suceso estaba yo en Los Angeles golpeando puertas para entrar al porno”, recuerda.
Muy contrario a lo que se podría presuponer, relata que en esa primera experiencia le fue mal… por tímida. “No fue fácil, no hablaba inglés, era la primera vez que iba a Los Angeles (…) muchas de las productoras me hicieron el casting, no funcioné y me dijeron que era muy tímida en ese momento”.
“Regresé a Colombia, empecé a estudiar inglés, y como a los cuatro o cinco meses después estar estudiando un amigo de mi marido me dijo que él conocía un productor que estaba radicado en Miami, y que por qué no hacía casting con él. Viaje, hice el casting con él, y con él hice mi primera película”.
En adelante, Esperanza se mete de lleno en la industria del porno.
A propósito, le consultan como empieza a llevar adelante esa nueva vida, complementada con el hecho de tener un relación formal.
Dice que grabar no es tener más que un marido, es tener más de una pareja sexual de momento, “porque yo no comparto fuera de escena; o sea, yo termino mi filmación y yo regreso a mi casa o al hotel donde me estoy alojando en ese momento”.
“Nosotros manejamos un relación que es muy abierta, nosotros somos una pareja swinger, y el swinger significaba que uno comparte intimidad con más de una persona. A él le encanta estar viéndome tener una relacion sexual con otro hombre”.
De todos modos, dice que hay reglas, pese a las concesiones.
Grabaciones por año
“No filmo mucho porno, en todo el año, filmo durante 15 días, en un año yo trabajo 15 días en el porno. La gente piensa que estoy dedicada 100% a la pronografia, eso no es así”, afirma la colombiana.
El resto del año, cuenta que hace shows, y presentaciones relacionadas con algunas marcas.
Al respecto, dice que su nombre ya es una marca, algo que pretende capitalizar para cuando el cuerpo ya no le permite seguir grabando o trabajando como modelo.