El incidente del fin de semana pasado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, cuando un joven increpó a la panista Margarita Zavala por las miles de muertes que hubo en el país durante el sexenio de su esposo Felipe Calderón, es sólo un aviso para la pareja que pretende reeditarse en el poder: los mexicanos agraviados durante la “guerra” calderonista se convertirán, ya en el desarrollo de la campaña, en el principal obstáculo para la eventual candidata presidencial.

Más todavía porque esas víctimas y sus deudos -daños colaterales, los identificó alguna vez el ex presidente- se convertirán, en los hechos, en algo así como la conciencia y voz de la mayoría de los mexicanos, que sigue viendo en la inseguridad uno de los principales problemas en el país.

Francisco Rubén Rodríguez, el joven que perdió a su padre en 2007 al quedar en medio del irracional fuego que se desató en el territorio mexicano prácticamente desde el primer día del sexenio del panista michoacano, fue claro en su reclamo: “Su esposo le quitó la vida a mi padre. ¿Usted quiere quitármela a mi?”, se leía en la cartulina que mostró a las cámaras mientras Zavala firmaba un ejemplar de su libro ‘Mi historia’.

De las varias entrevistas que dio ayer para abundar en los términos de su protesta, el estudiante de la Universidad de Guadalajara, asentó: la señora Zavala no puede andar por el país, haciendo campaña, “como si no hubiera pasado nada” en los seis años que gobernó su marido.

Tiene razón el muchacho. Hasta ahora, la campaña que por todo el país hace la señora en la búsqueda de la candidatura de su partido, se ha sustentado en un inexistente “mundo rosa” que ella y sus panegiristas pretenden imponer entre los mexicanos.

Pero ese “mundo de caramelo” de Zavala Gomez del Campo se estrella y se desmorona con la sangrienta realidad que nos heredó a todos los mexicanos su esposo: oficialmente 122 mil muertes violentas, marcando el periodo más inseguro de que se tenga registro en la historia del país.

Ya es tiempo de que la precandidata haga frente a esa realidad, que a final de cuentas la perseguirá seguramente a partir de esta semana y del proceso electoral de 2018, si es que se hace de la candidatura de Acción Nacional. Ya es tiempo de que fije una posición clara, contundente: ¿será capaz de deslindarse de las políticas que su esposo impuso en el periodo 2006-2012?

La inseguridad y los asesinatos que siguen en el país, son una carga para la pareja Zavala-Calderón y ambos deben tener claro que el miedo y el terror que imperan en amplias regiones del país son responsabilidad de ellos, o por lo menos con esa percepción llegarán a los comicios del 18.

Difícil apelar al perdón, mucho menos al olvido, toda vez que con su sucesor, el priista Enrique Peña Nieto, no han variado las cosas y al ritmo que avanzan los índices de homicidios dolosos, podría terminar en los mismos números trágicos del dúo que quiere reeditarse en el poder.

Ha sido mucha la sangre regada en el territorio nacional. Y no, por más que quieran Margarita Zavala y sus panegíricos, su mundo color de rosa no se lo van a creer ni los niños en el Día de Reyes.

Lo leyó usted en primeraplananoticias.mx

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