“Lamentamos la muerte de (cuatro) compatriotas y la desaparición -esperamos que momentánea- de otros”, afirmó el presidente de Costa Rica Luis Guillermo Solís en conferencia de prensa.
Luis Guillermo Fonseca, del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que lleva la estadística oficial sobre víctimas, precisó que dos personas murieron en Bagaces, 96 kilómetros al norte de San José, y dos en pueblos fronterizos con Nicaragua.
Upala, uno de los más golpeados por el huracán, sufrió precipitaciones intensas que superaron en seis horas la media de un mes de noviembre normal, según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
Juan, un desesperado vecino de este poblado, entrevistado por el noticiario Repretel de Canal 6 de TV, relató entre sollozos que su hijo menor había desaparecido cuando el agua arrasó su casa en las cercanías de un río.
El presidente Solís dijo que el gobierno evalúa la situación en muchas otras comunidades que recibieron el impacto de Otto, que estuvo atravesando la región durante casi 16 horas, antes de adentrarse en el Oceano Pacífico convertido en tormenta hacia las 03:00 locales.
En Nicaragua, se reporta decenas de casas dañadas, caída de árboles y destrucción del tendido eléctrico en varias comunidades a orillas del río San Juan, como San Juan del Norte, el Castillo y San Carlos.
Sin embargo, la reserva forestal Indio Maíz, de 2 mil 639 km2, una de las más importantes de Centroamérica habría sufrido el impacto directo del huracán, por lo que se evalúan los daños.
El Ejecutivo nicaragüense anunció que está efectuando un balance que daría a conocer en las próximas horas, pero la vocera del gobierno y primera dama Rosario Murillo aseguró que no hubo víctimas que lamentar.
“Las familias en Nicaragua hemos aprendido a través de estos ejercicios (de prevención) a movilizarnos hacia los lugares seguros, y eso es fundamental (….) hasta el momento, gracias a Dios, no contabilizamos pérdidas de vidas humanas, afectaciones a la vida como consecuencia directa del huracán o del sismo”, declaró Murillo.
Otto, que se alejaba hacia el océano Pacífico por el noroeste de Costa Rica, tenía vientos máximos sostenidos cerca 110 km/h con ráfagas más altas y se prevé un debilitamiento lento adicional durante las próximas 48 horas, según el último informe del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, con sede en Miami.
“Quiero destacar el enorme esfuerzo realizado por la Fuerza Pública, que logró evacuar 2 mil 500 personas” el jueves, dijo el presidente de Costa Rica, recordando que recién en horas de la tarde se conoció que el huracán había variado levemente la ruta prevista y que pasaría directamente por poblaciones fronterizas costarricenses.
El jefe de operaciones de la Comisión Nacional de Emergencias de Costa Rica, Walter Fonseca, precisó que el número de personas albergadas es de 5 mil 500.
Varios poblados costarricenses se encuentran incomunicados por tierra debido a la destrucción o afectación de puentes, deslizamientos de tierra y caída de árboles. La interrupción de los servicios de agua y electricidad también afecta a estas localidades.
De su lado, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) advirtió que la tormenta Otto seguirá afectando al país, específicamente el Pacífico Central y Sur podrían soportar fuertes lluvias en el transcurso de este viernes.
El gobierno de Panamá, que sufrió ocho muertos por el efecto indirecto del fenómeno climático, envió a Costa Rica varios helicópteros que colaborarán en labores de rescate y de asistencia a los damnificados.
Con información de El Financiero