Dalia Villegas Moreno
Morelia, Michoacán.- El cardenal Alberto Suárez Inda señaló que entre los grandes problemas que enfrenta la Iglesia Católica en Michoacán destaca la precaria situación financiera, que limita su operatividad administrativa, por lo que urgió a los fieles a construir una cultura de la generosidad y el apoyo.
En rueda de prensa, donde se anunció su retiro como arzobispo de Morelia, entre otros asuntos, comentó que ante las múltiples necesidades administrativas, las aportaciones de la feligresía han llegado a ser insuficientes para el financiamiento de gastos operativos, principalmente erogaciones para salarios y pago de servicios.
Cabe recordar que la Arquidiócesis de Morelia cuenta con 671 mil 413 fieles católicos, 546 sacerdotes y mil 280 religiosos y religiosas, cuatro diócesis, vicarías territoriales, decanatos y más de 230 parroquias; 13 monasterios de religiosas contemplativas, 140 casas de religiosas, además del Seminario Arquidiocesano de Morelia y el seminario Menor de María de Guadalupe.
Suárez Inda, quien dejará al frente la Arquidiócesis de Morelia, puntualizó que hace falta una “reordenación en las finanzas de la Diócesis”, de la que aclaró, no es que tenga grandes recursos, e incluso, comparó que uno solo de los municipios del estado tiene mucho más recurso que toda la diócesis que en los últimos años, tan solo en Morelia, pasó de tener 19 a 46 parroquias producto del esfuerzo y el ahorro, comentó.
Puntualizó que uno de los mayores retos económicos es el sostenimiento del Seminario Arquidiocesano de Morelia, “es lo que nos exige mayores gastos porque tenemos 300 alumnos, y cada seminarista cuesta 7 mil peso mensuales, entre comida, casa, maestros, lo que resulta en un total de 2 millones de pesos al mes; vamos al día”, expresó.
El cardenal Suárez Inda, quien pese a dejar la titularidad al frente de la administración de la Arquidiócesis, seguirá siendo cardenal hasta su último día de vida, subrayó que la poca reserva económica “se va agotando”; “la gente no tiene la cultura de apoyar, aunque hay mucha gente generosa hay que recordar que una Iglesia, además de la formación de sus ministros para lo cual se requiere de muchos recursos, tiene que hacer obras de caridad”.
