Ciudad de México.- “No sé cuántas veces (Vettel) ha utilizado un mal lenguaje. Creo que necesita volver al colegio a aprender a hablar bien. Es ridículo. Hablaré con él. Está siempre frustrado. Es un chico muy frustrado”. Max Verstappen, al término del GP de México, retrató a un Sebastian Vettel que ha sido triste protagonista por sus mensajes a través de la radio. Ni su podio interruptus (fue sancionado y terminó quinto), ni el hecho de que le votaran como piloto del día superan a los insultos que ha ‘dedicado’ durante todo el fin de semana a sus rivales en la pista: Fernando Alonso, Carlos Sainz, Felipe Massa, Charlie Whiting (director de carrera), Verstappen… El de Ferrari no ha dejado títere con cabeza.

—“Qué idiota”, cuando en los libres del viernes Vettel se encontró a Alonso en pista y frenó su vuelta.

—“Hay que ser estúpido, utilizando el DRS para defenderse”, de Vettel a Sainz al final también de los segundos libres del viernes.

—”¡Estúpido! Se está haciendo daño a él mismo defendiéndose así”, la opinión de Vettel cuando Felipe Massa, en carrera, cerraba la puerta limpiamente de los intentos de adelantamiento por parte del alemán.

“Vete a tomar por c…”

—“Este es un mensaje para Charlie (Whiting, director de carrera): “Vete a tomar por c…”, Vettel cruzando la línea de meta, antes de conocer la sanción a Verstappen, y cuando le dijeron que Whiting no le iba a pedir que devolviera la posición en carrera (porque estaban investigándolo).

Exhibición verbal de Vettel este fin de semana. Duras expresiones a las que hay que sumar los insultos censurados hacia Verstappen (“¡es un ***, en serio, es un ***”), entre otros comentarios. Como señaló Bernie Ecclestone tras la carrera a ‘Movistar F1’, “no debería decir esas cosas, por mucha tensión que tenga”. Es un tetracampeón del mundo y la imagen que está dejando es lamentable. “Cálmate”, señaló Maurizio Arrivabene a Vettel cuando comenzó a disparar por la boca. “El comportamiento de Vettel es indigno de un tetracampeón del mundo”, opinó su ‘extutor’ Helmut Marko.

Arrepentido, en el podio en el que hacía de maestro de ceremonias Juan Pablo Montoya, pidió disculpas y apuntó al momento caliente en el que estaba. Ante la prensa, no fue tan sumiso: “No entiendo porque montáis un escándalo y preguntáis esto. Está claro que lo que he dicho no ha sido correcto. Pero, en mi defensa, diré que las emociones y la adrenalina estaban disparadas. No entiendo porque tratáis de arrinconarme y hacerme responder algo para luego darle otra vuelta. Por respeto he ido a hablar con él y le he comentado lo que hice. Creo que está al corriente, eso es todo”.

La ‘culpa’ es de Ferrari, claro

¿Es imposible controlar esas emociones a bordo del Ferrari? “Se le perdona. Tiene que haber mucha frustración de su parte y de Ferrari”, señalaba el viernes Alonso, cuando se le cuestionó sobre el insulto que recibió por parte de Vettel. Como el asturiano, Verstappen utilizó el término de “frustración” para tratar de explicar el origen de las inexcusables reacciones del alemán, ya habituales en cada fin de semana de carreras. Esta situación se le está yendo de las manos y su incapacidad para canalizar sus sentimientos está manchando su nombre, el de Ferrari y el de la Fórmula 1. La actual está siendo su temporada más dura en F1 y está comprobando en sus propias carnes una presión muy diferente a la que estaba acostumbrado en el equipo que supervisa Helmut Marko. Aún así, nada justifica sus reacciones.

¿Está llevando la situación en Ferrari a generar un estrés incontrolable para Vettel? ¿Debería actuar la FIA con mano dura o habría que apagar la radio a Vettel? La radio es un elemento que contribuye al espectáculo para el aficionado, además de una vía para comprender mejor los planes de cada equipo y, por tanto, una buena ayuda para leer y entender mejor la carrera… Es Vettel el que tiene un problema, no la radio.

Fuente: elconfidencial.com

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