Ciudad de México.- El fotógrafo estadounidense Spencer Tunick considera que el mundo está de cabeza, empezando por la situación política en Estados Unidos, con un candidato como Donald Trump, al que le deseó una derrota rotunda en las elecciones a la presidencia de su país.
Entrevistado en el pueblo mágico de San Miguel de Allende, en donde realizará un performance fotográfico hoy viernes, detalló que en este trabajo, en el que contará con 30 personas, desnudará a un conjunto de mariachis para darle otro sentido a su propuesta.
Este trabajo se desarrollará en el marco de la quinta edición del Festival Calaca, de este destino turístico, del cual será padrino.
“Este tipo de festividades en torno a la muerte, como se hacen en México, y en especial en San Miguel de Allende, simplemente no se podrían realizar en Estados Unidos, porque justamente la celebración del Halloween se basa en el miedo a la muerte”.
Aseguró que la creatividad, la tradición, el concepto y la familiaridad con la muerte en México es más que una celebración.
“El valor de esta celebración de muertos es que es una fiesta y no un espacio para el miedo, porque la gente en Estados Unidos está llena de miedos que afectan sus decisiones de vida”, expresó.
Concepto de exposición.
Spencer Tunick abundó que la instalación Inversión, que desarrollará hoy en una hacienda, aborda el poder del más allá y de cómo los ángeles espíritus actualmente pueden estar invertidos por la situación del mundo:
“Es una exploración del más allá y de la fragilidad de las almas”.
Abundó que la gente entenderá su visión, porque la última vez que utilizó una calaca con velos, la gente interpretó lo mismo que él:
“En este de ‘Inversión’ no es tan difícil entender su punto de vista sobre la instalación de suspender cuerpos desnudos en el aire”.
Spencer indicó que lo importante es el lugar, San Miguel de Allende, mostrar cómo se puede cambiar el cuerpo burlando la gravedad:
“Es una idea loca, pero voy a usar unos bastones para dejar a la gente suspendida en el aire”.
El fotógrafo de los desnudos explicó que la idea le surgió en un balneario donde vio a la gente invertida, en posición de cabeza: “Por eso inventé este bastón de acero que hace parecer que la gente está suspendida de cabeza y la única condición es que los cuerpos tengan piernas gruesas para que no se viera el bastón”.
Cuestionado sobre los costos y ganancias de una instalación, Tunick respondió que esta instalación es un intercambio de arte con personas de San Miguel de Allende, que le ha demostrado su generosidad, al hospedarlo gratis o darle alimentos.
“Sin duda mis instalaciones tienen un costo, pero en San Miguel es un intercambio de favores”, expresó.
Fuente: Sipse.