“Yo no les pido nada a ustedes Reyes Magos ahora, regrésenme a mi papá, no está en casa”, dice la carta escrita a mano de uno de los miles de niños que esperan con ilusión esta noche.

Hoy, uno de los días más mágicos del año, cuando las niñas y los niños intentan dormir temprano, nerviosos y ansiosos por la divina visita, no todo es alegría.

La carta de un niño, dejada en uno de los buzones especiales que el año pasado instaló el gobierno de Alfonso Martínez en la plaza de Armas, conmovió a todo aquel que la leyó.

Foto: Archivo.

Es el preludio de la noche que arriban Melchor, Gaspar y Baltasar, los tres Reyes Magos del Oriente que llegan montados en el impresionante elefante, el incansable camello y el vigoroso caballo.

Las cartas las depositan cada año las niñas y los niños en los buzones que mandó instalar Alfonso Martínez para ayudar a los Reyes Magos y se les canalizan a través del templo del Niño de la Salud, cuyo párroco, José del Carmen Cervantes Contreras, el padre Carmelo, las envía a donde se debe.

El padre Carmelo contó que el año pasado leyeron algunas cartas y cómo hubo una que lo impactó y le tocó el corazón. Fue la misiva de un niño, del que guardó su nombre, pero sus palabras se quedaron grabadas en su memoria y así lo cuenta:

“Yo no les pido nada a ustedes Reyes Magos ahora, regrésenme a mi papá, no está en casa”, es lo que escribió el niño, compartió el sacerdote.

Y reflexionó: “Es impactante, es la inocencia y la pureza, todos ofrecen portarse bien y ser buenos niños”, destacó el padre Carmelo.

Cada año, el gobierno local a través del DIF Morelia, manda imprimir seis mil formatos de cartitas especiales para los Reyes del Oriente, y apenas quedan entre 100 y 200 sin usar; en el resto, las y los niños plasman sus deseos: patines, pelotas, una tablet y mil cosas más, pero hay algunos que, con esa inocencia bendita, como la del niño que pide el regreso de su padre, escriben sin perder la fe ni la esperanza en la magia del regalo imposible.

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