Morelia, Michoacán
México celebra 493 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, en el cerro del Tepeyac; mezcla de una profunda devoción y tradición esta fecha es motivo de que cientos, miles de personas acudan a los pies de la Morena del Tepeyac para rendirle homenaje, agradecer y pedir favores, pero también para perpetuar una práctica que permite reunir a las familias y a los amigos.
Aún persiste el clima frío de la madrugada y los rayos del Sol apenas dan calor, pero grupos de familias y amigos hacen el recorrido sobre la calzada de San Diego para honrar a la Virgen Morena.
Con estatuas de La Guadalupana a hombros, fotografías impresas entre carreolas y canastas con flores y frutas los fieles y devotos avanzan hasta el Santuario Guadalupano.
A muchos se les atraviesan unos tamalitos calentitos con atole humeante, unas enchiladas, unos tacos o una rebanada de pizza; otros resisten estoicamente hasta dar cumplimiento a la cita anual para luego disfrutar de la muestra de la rica gastronomía de la región que ofrece el comercio popular congregado en la zona.
Vestidos con atavíos indígenas, a la usanza de las guares o de Juan Diego acuden adultos, niños incluso bebés en brazos de sus padres. En algunos casos se dejan oír los rezos, otros avanzan en silencio y muchos más no dejan pasar la oportunidad de platicar, de ponerse al día o hacer planes para más tarde.
Y es que a los pies de la morena del Tepeyac la fe y la devoción van de la mano con la unión familiar, la amistad, el disfrute de un momento juntos o el reencuentro de seres queridos que han pasado meses, años en la lejanía.