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Pase, pase, venga a las cañas, suavecitas, bien dulces y jugosas, pase, a las tradicionales cañas de San Diego.

Más de 40 años suma El Rapidito en la plaza Jardín Morelos, donde año con año, desde hace más de cuatro décadas, ofrece a los paseantes y transeúntes las cañas de mejor calidad y precio, durante las fiestas en honor de la Virgen de Guadalupe.

“Somos la tercera generación de nuestra familia que vende cañas, comenzaron nuestros abuelos, en el Centro Histórico; luego, nuestros padres siguieron con la actividad, y empezaron a venir a San Diego. Ahora, somos dos hermanos, con nuestras parejas, hijos y trabajadores”, detalló José Luis Jacobo Espinoza, oferente de cañas en los festejos guadalupanos.

Es toda una vida dedicado a la venta de cañas, más de 40 años, que empezaron cuando los rosarios guadalupanos comenzaron a atraer vendedores populares en torno del Santuario Guadalupano.

“Se hacían los rosarios guadalupanos, antes del 12 de diciembre, y empezaron a llegar los comerciantes, hasta que se hizo una fiesta, los festejos guadalupanos”, refirió.

Las cañas se venden en estilo tradicional, con chile, limón, sal y, para los más pequeños, chamoy, pero también con salsa casera o Valentina, que es picosa, o salsa veneno, con base de chile habanero, para los paladares más rudos, con precios de 30, 50, 100 y 150 pesos la bolsa.

También se tiene jugo de caña, a 40 pesos el medio litros, aunque se vende más la caña.

“Es una tradición, cuando no estamos en Santuario Guadalupano estamos en los tianguis, pero siempre estamos listos para ofrecer las mejores y más dulces cañas”, indicó.

Aunque no se ha estimado la venta de cañas para este año, pero la expectativa es una recuperación paulatina.

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