Morelia, Michoacán
La reforma constitucional en materia indígena, considerada un paso histórico para los pueblos originarios de Michoacán, fue calificada como un logro cimentado en el dolor y la resistencia de las comunidades. Claudia Pérez Toribio, lideresa del Frente de Autonomía de Consejos y Comunidades Indígenas, destacó que este avance no habría sido posible sin las luchas y sacrificios que han marcado la historia reciente de estas comunidades.
“La reforma no es un regalo ni un favor; es el resultado de las lágrimas de las madres que perdieron a sus hijos en Cherán, del abril sangriento en Arantepacua, de la resistencia de San Felipe de los Herreros, y de las comunidades que enfrentaron al crimen organizado, como La Cantera y las guardias comunales de Jesús Díaz”, expresó Pérez Toribio.
Durante la firma de la iniciativa, celebrada en Palacio de Gobierno, la lideresa recordó los episodios de violencia que han sufrido las comunidades indígenas, incluyendo la agresión física y psicológica del 1 de julio de 2023 frente al Congreso del Estado. Asimismo, reconoció el papel de comunidades como Janitzio, Angahuan, San Ángel Zurumucapio, Carapan, El Coire y Carpinteros en la lucha por la autonomía y la dignidad.
La reforma también fue posible gracias al trabajo jurídico del Colectivo Emancipaciones, que sentó precedentes en los juicios de Cherán y Pichátaro. Estas resoluciones abrieron el camino hacia el autogobierno indígena y se convirtieron en un referente para otras comunidades que buscan justicia y seguridad. Hoy ya suman más de 40 comunidades que cuentan con autogobierno.
“No pedimos nada personal, sólo condiciones dignas de vida, seguridad, justicia y respeto para nuestras hijas, hijos y nietos. Las comunidades indígenas somos el vínculo con la naturaleza y aliados del Estado, pero necesitamos que nos traten con la misma dignidad con la que servimos a nuestro pueblo”, agregó Pérez Toribio.
Claudia Pérez Toribio hizo un llamado para que, el día que se discuta la reforma en el Congreso del Estado, las comunidades indígenas estén presentes en el recinto legislativo. “Es nuestro derecho estar ahí, alzando la voz por nuestras necesidades y por los derechos que tantos han defendido con su vida”.
Aunque reconoció que la firma de la iniciativa es un paso fundamental, subrayó que la lucha por los derechos de los pueblos originarios comenzó mucho antes y continuará después de la reforma.
“Este es un capítulo más en una historia de resistencia, una que nos exige seguir unidos para garantizar seguridad, justicia y dignidad para nuestras comunidades”.