Un ambiente de dolor, tristeza e indignación acompañó a cientos de personas que marcharon en silencio; exigían justicia tras la masacre en el bar “Los Cantaritos”, que dejó un saldo de diez muertos.

Familiares de las víctimas, activistas y académicos convocaron a la manifestación callada que se desplazó sobre la Alameda Hidalgo, Barrio de La Cruz hasta llegar a avenida Circunvalación donde se encuentra el bar que fue escenario del ataque la noche del pasado 10 de noviembre.

El contingente vestía de blanco, todos portaban velas dando un ambiente solemne y de luto. En su mayoría eran familiares de las diez víctimas y ciudadanos preocupados por la creciente inseguridad en Querétaro.

La marcha silenciosa simbolizó un llamado urgente a las autoridades para que detengan la violencia que ha sacudido a la capital queretana.

“Estamos aquí porque ya no podemos vivir con miedo, porque queremos un Querétaro seguro”, expresó Teresa García Gasca, exrectora de la UAQ y una de las organizadoras de la marcha.

El clamor de una hermana desconsolada

Durante el trayecto, la hermana de Carlos Gómez, una de las víctimas mortales del ataque, alzó la voz entre lágrimas: “Nadie que apoyó, por Dios. No nos contactaron todavía. Dicen que nosotros no quisimos, pero no es cierto, puras mentiras siempre”, reclamó frente a los asistentes que la escuchaban conmovidos.

Su testimonio reflejó el desamparo que sienten los familiares, que aseguran no haber recibido la ayuda prometida por el gobierno estatal y reclaman que sigan calificando de “ataque directo” a lo que es calificado como una masacre que cobró diez vidas inocentes.

El relato desgarrador continuó mientras recordaba las horas de angustia vividas el domingo pasado, cuando los familiares de las víctimas tuvieron que recoger los cuerpos de sus familiares en un clima general de consternación social y en un hecho inédito para la ciudad.

“Estuvimos desde las 9 de la mañana esperando a que nos entregaran su cuerpo. Dijeron que no tenían personal suficiente para las revisiones. Las familias estuvimos sufriendo, llorando entre la la tierra y el sol todo el día”, narró la hermana del joven fallecido.

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