Foto: ACG

Nana Virginia tiene magia en sus manos, magia que lleva desde la tierra y las plantas al cuerpo de las personas para curarles, sanarles, armonizar y ayudarles a recuperar la salud física y emocional.

Por más de 55 años ha estado dedicada a la medicina tradicional, labor en la que destaca su trabajo como partera, que le ha permitido ayudar a nacer a más de seis mil pequeños y a que más personas recorren su salud. Es María Virginia Santiago Toral, médica tradicional de la comunidad de Caltzontzin.

Hierbas que pueden crecer en cualquier jardín, como manzanilla, hierbabuena, árnica y pirul, se convierten en las manos de Nana Virginia en un medio para ayudar a sanar enfermedades, pero también para ayudar a retirar la negatividad y el dolor que pueden afectar a las personas.

Y es que en una entremezcla de herbolaria, misticismo y tradición, Nana Virginia ayuda a que sus pacientes recuperen la salud, traigan con éxito a sus pequeños a este mundo o se liberen de penas que atormentan sus almas.

Foto: ACG

Una de las claves de los tratamientos de Nana Virginia es el profundo respeto que muestra hacia sus pacientes y hacia los ingredientes que utiliza, respeto que se hace manifiesto en los partos que atiende.

“Yo tengo mis partos con la mamá sentada, en cuclillas, hincada, yo le pregunto a las mujeres cómo quieren parir, hay posiciones donde la gravedad facilita el nacimiento del bebé y yo sólo tengo qué vigilar el proceso, ayudar a la mamá a aliviar el dolor y recibir al pequeño, agradecer por esta nueva vida”, mencionó.

En contraste, la medicina alópata se enfoca en “meter miedo” a las mujeres para que pongan en manos de sus médicos tratantes la toma de decisiones de cómo debe ser su parto, lo que puede generar un exceso de intervención y una interferencia con el procedimiento natural y la formación del vínculo entre la madre y el recién nacido.

“Desde los 13 años empecé a atender partos y en 55 años no he tenido una pérdida; lo que sí he tenido son casos de médicos que me llaman para pedirme ayuda con mujeres que no pueden parir o donde el bebé muestra ya signos de sufrimiento”, indicó.

Nana Virginia lamentó que, a pesar de que una interacción respetuosa y que ponga el bienestar del paciente en primer plano de la medicina alópata y tradicional es un objetivo, no solo posible, sino deseable, en la práctica existe una importante discriminación hacia los especialistas en medicina tradicional, que abordan desde masajes, sobadas, uso de hierbas y rituales que permiten una atención holística del paciente, reconociendo que la persona no solo debe mantener y recuperar su salud física, sino también su bienestar emocional.

“Es un reto muy duro para nosotros, hay bastante discriminación, ahora nos dicen que la medicina tradicional está legalizada, está reconocida, que se abre una puerta, ojalá sea cierto, porque las instituciones prometen y no siempre se observa en los hechos”, agregó.

Más allá del recelo que puede generar en algunos sectores el uso de la medicina tradicional, esta área del conocimiento está tomando fuerza, ya que no solo las personas procedentes de comunidades indígenas y que han crecido entre plantas y saberes los adquieren, difunden y conservan.

“Tengo aproximadamente seis años formando parteras, entre mis estudiantes están ginecólogas y enfermeras que antes trabajaban en hospitales, pero que ahora brindan una consulta y ofrecen los conocimientos que yo les ayudo a adquirir, para tratar con respeto, amor y agradecimiento el cuerpo de las mujeres y de los bebés, para que estos procesos sean naturales, el cuerpo de la mujer está hecho para parir, a pesar del miedo que algunos médicos meten a las futuras mamás”, expuso.

Asimismo, destacó que actualmente imparte clases en la Universidad Intercultural indígena de Michoacán (UIIM), pero también ha llevado diplomados en Jalisco, Ciudad de México, San Luis Potosí, Oaxaca e incluso Santiago de Chile.

No obstante, reconoció que entre conocedores y especialistas de la medicina tradicional, que tienen las habilidades y los saberes para ayudar a las personas que acuden en busca de sus servicios, también existen individuos que lucran de manera indebida con estas prácticas.

“Son charlatanes, los podemos ver en la manera en que atienden a las personas, en que intentan curar, en que intentan masajear a las personas, cuando les hacen preguntas y tardan en contestar porque no tienen un conocimiento auténtico”, reiteró.

Los días 25 y 26 de octubre, en el Centro en Michoacán del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se llevará a cabo el Encuentro de Médicas y Médicos Tradicionales. Cosmovisión y Espiritualidad de la Medicina.

Foto: ACG

El objetivo del encuentro, enmarcado en la conmemoración del Día Mundial de la Medicina Tradicional, es transitar hacia el reconocimiento jurídico e institucional de los médicos tradicionales.

Asimismo, valorar la medicina tradicional como uno de los patrimonios culturales y materiales de la humanidad.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí