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Heliodoro Gil Corona, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), presentó su análisis sobre las perspectivas económicas de Michoacán para los próximos tres años, destacando los retos históricos que enfrenta el estado y las áreas de oportunidad para impulsar un crecimiento más sostenido.

Gil Corona señala que la economía michoacana ha mostrado un crecimiento limitado desde 1980, con un promedio anual del 2% entre 1980 y 2023. Este lento avance, acompañado de la falta de industrialización y desigualdades regionales, ha generado rezagos productivos. De 2000 a 2023, el crecimiento se desaceleró aún más, registrando un promedio anual de apenas 1.6%.

Entre los factores que han contribuido a este bajo desempeño, Gil destaca la falta de una estrategia efectiva para aprovechar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, tanto por parte del gobierno estatal como del sector empresarial, lo que resultó en una pérdida de oportunidades para potenciar el mercado interno.

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En cuanto a las proyecciones para los próximos tres años, Gil estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de Michoacán podría crecer a un promedio anual de 2.6% entre 2025 y 2027. Según el investigador, es posible que en 2025 el PIB crezca 2.5%, en 2026 aumente a 2.8% y en 2027, debido a las elecciones para renovar la gubernatura y las presidencias municipales, el crecimiento se desacelere a 2.6%. Este escenario refleja un moderado optimismo sobre la capacidad de la economía local para avanzar, aunque con retos considerables.

Gil Corona subraya la necesidad de mejorar las finanzas públicas, con el apoyo del gobierno federal, para reducir los pasivos presupuestarios, especialmente en sectores como el educativo, donde la Universidad Michoacana enfrenta un déficit de 416 millones de pesos para cubrir prestaciones y salarios de fin de año. También menciona la importancia de una correcta administración de la deuda multianual, que asciende a 13 mil millones de pesos, para generar efectos multiplicadores en el desarrollo de infraestructura estratégica.

Otro elemento clave es la inversión pública federal, especialmente en proyectos de conectividad carretera que enlacen Michoacán con los principales centros de consumo del país, como Guadalajara y Ciudad de México. En este sentido, Gil destaca la culminación de la autopista Siglo XXI como un proyecto prioritario.

En términos de comercio exterior, Gil Corona observa que las exportaciones michoacanas han sido irregulares, con un descenso del 2.1% anual desde su punto más alto en 2022. Para 2027, estima que las exportaciones podrían llegar a 500 millones de dólares si se retoma el impulso a productos agrícolas clave como el aguacate y el limón.

En cuanto a las remesas familiares, que representan el 12% del PIB estatal, Gil considera crucial mantener este nivel de aportación para 2027, fomentando proyectos productivos en las comunidades que reciben estos recursos.

Finalmente, Gil Corona destaca la escasez en la generación de empleo formal en Michoacán. Si bien se espera que para 2027 se logren crear hasta 31 mil nuevos puestos de trabajo, este número sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades del mercado laboral, lo que refuerza la necesidad de un mayor crecimiento económico y de inversión productiva en el estado.

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