Juan Antonio Magaña de la Mora asegura que su pasión por la política no es algo espontáneo, sino un sueño acariciado desde la infancia y que ahora lo tiene en la antesala de asumir como diputado local en Michoacán, luego de decir adiós a 43 años de carrera en el Poder Judicial, donde escaló de meritorio hasta presidente del Supremo Tribunal de Justicia.

“Nos toca ahora cerrar esa etapa (en el Poder Judicial) y retomar lo que originalmente a mí me había gustado desde la primaria y la secundaria, que eran temas políticos”, confiesa el también exprocurador de Justicia en el Estado (2005-2008) y excandidato a la gubernatura por el PVEM en 2021, en entrevista con Primera Plana MX.

¿Te llegaste a ver como político?

Yo me vine de Uruapan a estudiar en 1981, cuando busqué una matrícula en la Facultad de Derecho de la Universidad Michoacana y tuve la suerte de entrar muy pronto al Poder Judicial. Han pasado 43 años y me toca despedirme de la que fue mi casa, donde empecé desde ser meritorio hasta haber sido presidente del Supremo Tribunal de Justicia. Aprendí mucho en todos esos cargos y nos toca ahora cerrar esa etapa y retomar lo que originalmente a mí me había gustado desde la primaria y la secundaria, que eran temas políticos.

Hace tres años participé en la campaña por la gubernatura del estado y ahora tenemos la oportunidad de participar en la 76 Legislatura del Congreso del Estado. Creo que es la primera vez que un magistrado en funciones es electo diputado. Ahora iremos a una actividad en donde hay que crear la ley, no aplicarla, como lo hacía en el Poder Judicial.

Es decir, ¿no fue espontáneo ese gusto por la política?

Déjame decirte que en sexto año me tocó tener uno de los mejores promedios, y el premio a quienes teníamos esas calificaciones, en algunos casos era conocer al gobernador del estado y en otros casos al presidente de la República; a mí me tocó conocer al gobernador (Servando Chávez, 1970-1974), es decir, fui un niño que vio el movimiento de quienes dirigen nuestros destinos y me empezó a gustar esa actividad.

Cuando llego a Morelia a estudiar la carrera de Derecho con el ánimo de posteriormente estudiar Ciencias Políticas para poder participar en esta actividad, llego al Palacio de Justicia con otro amigo, que su padre sí era abogado y lo había recomendado con un juez para que lo admitieran como meritorio. Cuando yo lo acompaño y me doy cuenta cuál es la actividad que va a desarrollar, yo pido también la oportunidad para quedarme de meritorio cuando aún no me inscribía en la Facultad de Derecho. El juez que me admitió, que fue Alfredo Ocegueda Villanueva, quien a la postre fue magistrado, procurador y notario, me dijo ‘¿en qué año vas para ver qué te voy a poner a hacer?’, le dije, ‘es que todavía no entro a la escuela’. Es ahí donde empiezo mis actividades.

Ya estando de meritorio veo que puedo acceder a una plaza para obtener una remuneración y poder aligerar la carga de la manutención que hacía mi madre para tenerme en Morelia. Ya encarrilado y después de ser meritorio y archivista, me dan la plaza de actuario, luego la de secretario, luego la de juez en varios distritos. Eso me mantuvo en el Poder Judicial y, ahora que se ha cerrado esa página, pues podemos, si el tiempo nos alcanza, realizar esa actividad política a la que desde niño aspiré.

Y, ya como político, ¿cómo estás visualizando la reforma al Poder Judicial y la propuesta de la elección de jueces por voto popular?

Es un tema que vengo analizando y se tiene que revisar puntualmente cómo viene la propuesta. Es cierto que hay una iniciativa, pero no está acabada. Hay que seguir puntualizando y observando otras cosas más, por ejemplo, si llegara a transitar la elección por voto popular, la iniciativa plantea que sea a través de un instituto que sustituya al Instituto Nacional Electoral, y para que se lleve a cabo ese proceso tendría que existir ese instituto que hoy no existe. También es importante definir cómo se haría esa votación en el tema de los distritos, porque hay distritos locales y federales para el caso de una elección normal, pero en el caso de jueces y magistrados los distritos electorales no corresponden a los distritos judiciales.

También hay que considerar que la iniciativa data desde enero, y en junio la gente votó por el proyecto que está planteando esa iniciativa. En el caso de los que hemos sido integrantes del Poder Judicial estamos conscientes de que debe haber un cambio, el tema es que tenemos que ver cómo serán esas modificaciones.

¿No debe asustarnos entonces la reforma?

No, y yo digo que si desde la propuesta se pone una serie de requisitos y candados de cómo nos gustaría que fueran los juzgadores, todos (los candidatos) tendrían características importantes para ser juzgadores. Por eso es importante esperar el debate, porque no es solamente decir a rajatabla ‘estás a favor sí o no’, lo importante es el cómo, no ver si se hace.

Hace 100 años ya hubo planteamientos para que la elección de jueces fuera por voto popular; no transitó porque hubo voces que señalaron que, para el momento en que se encontraba México, no era lo indicado, porque la votación se iba a hacer sobre un tema de emociones y los jueces tenían que estar apartados de esas emociones.

¿Esa reflexión no aplica actualmente también?

Por eso habría que hacer un estudio de cómo nos encontramos. Hoy la gente es más analítica, sabe la función del juez, sabe por quién quisiera ser juzgado.

¿Dice Norma Piña que el riesgo es que lleguen los más populares, no los más capaces?

Si no se hace con candados podría darse esa problemática. También se ha manejado el tema de la edad y yo digo que eso no es suficiente, porque en muchos casos de jueces en Michoacán y otros estados, llegamos a acceder a ser jueces muy jóvenes, claro, ya traíamos una trayectoria de haber sido meritorios, secretarios, actuarios; yo fui juez a los 21 años de edad y creo que llegué con buen conocimiento para realizar esa función.

Ya habías terminado la carrera…

Sí, claro. El primer requisito es haber terminado la carrera, pero quiero decir que ahí es donde puede estar la clave, con los candados y requisitos para poder acceder a ser candidato. Hay que ver cómo se lleva a cabo el debate, no cerrarnos a un tema de un cambio, porque yo creo que todas las instituciones se tienen que modificar.

Serás diputado de la 4T ¿No pesa la marca a un grado tal de votar a ciegas una propuesta de Obrador?

No deben de pesar las marcas, porque la identidad y plataforma de cada partido son propias desde su creación de cada uno de ellos. Hay alianza sí, para sumar en los candidatos, en las estrategias, pero cada uno de los partidos puede sumar en este tipo de propuestas, las pueden enriquecer y será interesante ver el debate. Nadie deberíamos de estar cerrados a los cambios; los cambios son buenos, el tema es ver el cómo, porque estamos hablando de una de las reformas más trascendentales del Poder Judicial en los últimos años.

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