La ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París 2024 que hoy se llevó a cabo fue un majestuoso espectáculo con la presencia de más de 2 mil artistas que rindió homenaje a la rica historia y cultura de Francia y cautivó a los asistentes y a millones de teleespectadores de todo el planeta.

La gran fiesta inaugural se desarrollayó a lo largo de los 6 kilómetros de este a oeste que separan los puentes de Austerlitz y la torre Eiffel y la explanada de Trocadero, sede de los rituales oficiales, e incluyó a 90 navíos que transportarán a unos 8 mil 500 atletas de 205 naciones.

El director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, logró a lo largo de casi cuatro horas una simbiosis de los elementos tradicionales y los aires más contemporáneos de la cultura para regalarnos un espectáculo difícil de olvidar.

El primer cuadro que pudimos disfrutar a lo largo del desfile estuvo a cargo de la reina del pop estadounidense Lady Gaga, quien interpretó “Mon truc en plumes” de Zizi Jeanmaire, una canción emblemática del music-hall francés.

Gaga deslumbró rodeada de bailarines y pompones de plumas color rosa y vistió el emblemático outfit y look del cabaret francés.

En otros momentos del recorrido se recreó un show de Can-Can, con 80 bailarines del Moulin Rouge, quienes que enaltecieron uno de los bailes más representativos de Francia.

La catedral Notre Dame fue, igualmente, homenajeada este viernes junto a otros lugares de atracción turística. Los artistas bailaron en los andamios de la catedral, donde, de repente, se observó la silueta de Quasimodo, el famoso jorobado de la obra “Nuestra Señora de París” de Victor Hugo.

Por su supuesto, el Museo del Louvre, consagrado a las bellas artes y, en particular, la Mona Lisa del célebre del pintor Leonardo da Vinci, no pudieron estar ausentes en una ceremonia que se fue agigantando en la medida que avanzaba.

A continuación el público aplaudió fragmentos musicales de “El Fantasma de la Ópera”, “Los Miserables” y “Carmen” de Georges Bizet, a cargo de la soprano Marina Viotti, los cuales antecedieron a la emocionante actuación del grupo francés de heavy metal Gojira en la Conciergerie.

Sublime fue asimismo la interpretación de la cantante de Mali, Aya Nakamura, quien interpretó su éxito de 2018 “Pookie”, acompañada por un grupo de bailarines y la Orquesta de la Guardia Republicana Francesa.

Ya en el delirio, y mientras las delegaciones desfilaban, el pianista francés Alexandre Kantorow ofreció una magnífica interpretación de Ravel. Mientras que Axelle Saint-Cirel cantó desde el tejado del Grand Palais una versión conmovedora de “La Marsellesa”, el himno nacional de Francia.

El respeto a la diversidad se puso de manifiesto en varias coreografías con bailes urbanos en las que tomaron parte miembros de la comunidad LGBT+.

Cuando ya la noche había tomado por asalto a París, figuras de la talla de Farida Khelfa e Ines Rau desfilaron por una pasarela que rindió homenaje a las casas de la moda más famosas de Francia.

Las artes plásticas se hicieron presentes en la inauguración olímpica cuando las esculturas de 10 de las mujeres más importantes de Francia emergieron de entre sus aguas en las cercanías de la Asamblea Nacional.

Para enviar un mensaje de paz en el encuentro, con la presencia de decenas de líderes mundiales, se utilizó en París 24 la canción “Imagine” de John Lennon interpretada por Juliette Armanet, acompañada por Sofiane Pamart (pianista), en un pequeño escenario improvisado sobre el agua.

Luego del encendido del pebeteo en el jardín de Las Tullerías por Marie-Jose Perec y Thedy Rinner, en un globo aerostático que dejó facinados a muchos, la cantante canadiense Céline Dion reapareció en los escenarios, luego de un alejamiento por enfermedad, e interpretó, completamente en vivo, “El himno el amor”, de Edith Piaf, un tema original de 1950, que la artista escribió para el hombre que más amó.

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