El alcalde de una pequeña localidad francesa, desesperado por las muchas precipitaciones que azotan la zona, emitió el miércoles una ordenanza para que “cese la lluvia” y los curas se comuniquen con el “más allá” para que salga el sol.

“Nunca vi un tiempo así” en julio, declaró el miércoles Daniel Marrière, el alcalde de Coulonces, una pequeña localidad situada en el noroeste de Francia.

La agencia meterológica Meteo France afirmó que durante marzo, abril y mayo, Coulonces recibió las lluvias más abundantes desde el inicio de los registros en 1959. y que en algunas regiones del país llovió el doble de lo normal.

Para tratar de remediar la situación, el alcalde decidió tomar cartas en el asunto y aprobó la siguiente ordenanza:

“Se estipula que para el 15 de julio y para los meses de agosto, septiembre y por qué no octubre, la lluvia cese y sea sustituida por una ligera brisa y un sol radiante”.

Siguiendo la línea humorística, el artículo tercero del texto explica que “se pedirá a los clérigos de las parroquias de la parte norte de Francia que contribuyan a la comunicación con el ‘más allá’ y sean ‘responsables de la ejecución del presente decreto'”.

Además, Daniel Marrière también pidió que las temperaturas estén entre 30°C y 35°C y las noches no superen los 20°C.

Tras la publicación del edicto, el alcalde afirmó que muchos de los 227 habitantes del pueblo le dieron las gracias.

“Me dije a mí mismo, ahora es el momento o nunca de hacerlo para darle a la gente una pequeña sonrisa”, añadió.

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