Foto: ACG

El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla criticó la postura de la Iglesia Católica y su intento de pacto con delincuentes en Guerrero para pacificar la región. El mandatario afirmó que el Estado Mexicano no puede ser sustituido por ninguna asociación, incluso religiosa, y destacó la necesidad de asumir la plena responsabilidad ante situaciones que se están dando en otros estados.

Bedolla expresó su desacuerdo con que la Iglesia Católica tenga encuentros con delincuentes y les ofrezca un “manto espiritual de interlocución”, considerándolo totalmente indebido, a pesar de la declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que ve con buenos ojos dicha acción de los obispos. Argumentó que esto normaliza prácticas perjudiciales para la población y la sociedad, y subrayó la importancia de evitar cualquier tipo de intervención en ese sentido.

Haciendo referencia a la separación Iglesia-Estado desde la Reforma del Siglo XIX en México, Bedolla sugirió que la Secretaría de Gobernación federal debería abordar esta cuestión. Destacó la necesidad de un diálogo directo con los obispos y el arzobispo de Morelia, enfocándose en trabajar juntos por la seguridad en lugar de realizar encuentros de este tipo.

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