Morelia, Michoacán
El acceso a las tecnologías de la información y la comunicación, aunado a la afinidad de niños y jóvenes con los dispositivos y medios electrónicos, ha contribuido a un uso decreciente de las bibliotecas como mecanismo para compilar información.
De una media de 500 usuarios que cada semana la Biblioteca Pública Central Francisco J. Múgica, sólo de 50 a 75 acuden principal o exclusivamente a consulta materiales impresos, señaló el director de la instalación, José Luis Arias Sandoval.
Aseveró que esto representa solo de 10 a 15 por ciento de la proporción de usuarios de la biblioteca.
Arias Sandoval explicó que las bibliotecas han sufrido una transformación “muy grande” en sus labores cotidianas, ya que con anterioridad las personas acudían para leer y consultar libros, enciclopedias, revistas, periódicos y otros impresos, en tanto que “esta necesidad ahora se resuelve con lo que tenemos en el bolsillo, un teléfono celular, o en casa, con una laptop o una computadora”.
Hoy, la biblioteca es sede de talleres, cursos y actividades, que abarcan desde clases de inglés y de francés, hasta baile, con lo que ha dejado su objetivo tradicional de ser un sitio pata hacer la tarea y permanecer en silencio.
Arias Sandoval mencionó que la biblioteca sigue conservando un área para los materiales impresos, y todas las actividades son precedidas por trabajos de fomento de la lectura.
Reconoció que las bibliotecas “tienen un reto muy grande, por el crecimiento de la tecnología y la afinidad que niños y jóvenes tienen con esta, además de que se tienen programas como Michoacán se Lee, para buscar contribuir a la lectura de materiales impresos”.
No hay una proyección sobre los resultados que se puedan lograr, “eso la historia nos lo dirá”.