Fotos: Fátima Paz.

Debió ser la primera media maratón organizada en Morelia, pero fue una experiencia, lo menos, incómoda para muchos runners, locales y foráneos, que este domingo 19 de noviembre se congregaron en el primer cuadro de la ciudad para celebrar la carrera.

Aun no marcaban los relojes las 06:00 horas, cuando entre mil 800 y dos mil personas se reunieron, procedentes de Morelia y de Tijuana, de Cuautitlán Izcalli y Salamanca, de Querétaro y Ciudad de México, entre otros, para correr en favor de niños con cáncer.

La convocatoria especificaba que se harían siete salidas para el mismo número de grupos, entre las 06:05 y las 06:45 horas, pero al final, con retraso de 25 minutos, partieron todos juntos. Esto dejó fuera a quienes confiaron en los horarios señalados, a lo que se sumó que no hubo disparo de salida. Nada.

El contingente avanzó sobre la avenida Madero Poniente, cuando algunos corredores comenzaron a recibir el aviso de la cancelación de la categoría de 21 kilómetros o media maratón, por lo que los participantes debían devolverse.

Algunos a los cinco kilómetros, otros a poquito menos de los 10 kilómetros, todos fueron llamados a regresar y, ya frente a la plaza Melchor Ocampo, se les indicaba que podían hacer nuevamente la trayectoria para completar la distancia.

“No hubo agua, ni recuperación, indicaciones, quién midiera los tiempos y, por supuesto, premiación. Tenía incertidumbre, y veo que lamentablemente se cumplió el mal escenario que se preveía, luego de señalar varias irregularidades en la preparación del evento”, expuso Katia, atleta procedente de Querétaro.

Y es que, atraídos por la novedad de la media maratón en Morelia, muchos corredores de otros estados arribaron a la ciudad para participar en el evento y disfrutar del destino turístico, lo que se tradujo en gasto por hospedaje, transporte, alimentación, además de la inscripción a la carrera, que se cotizó entre 500 a 700 pesos.

“Gasté dos mil 500 pesos, iba a ser mi quinta media maratón, pero cancelaron la categoría de 21 kilómetros y me tocó correr 10 kilómetros, eso fue bueno porque mejoré mi marca personal en esa distancia, pero desmotivante porque yo me entrené ye preparé para una media maratón”, agregó David, viajante originario de Estado de México.

Rodeado por sus amigos y familiares, Manuel, quien esperaba competir en los 21 kilómetros, preguntaba quién y cuándo ofrecería los tiempos de los participantes, con miras a definir la premiación.

No obstante, esto no fue un inconveniente, porque la premiación, anunciada con una bolsa de 110 mil pesos, nunca tuvo lugar.

Aunque molestos, los corredores decidieron ver el vaso medio lleno y considerar que corrieron al menos cinco kilómetros, en un ambiente de camadería y entusiasmo, además de mejorar marcas personales, disfrutar de la ciudad y ayudar a los niños con cáncer.

Sin embargo, incumplidos el horario de inicio, los aditamentos, los premios… queda esperar si habrá un apoyo que se entregue a sus destinatarios.

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