Morelia, Michoacán
Sergio Carmelo Domínguez Mota, director de la Facultad de Derecho de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), destacó la persistente resistencia de los litigantes ante el nuevo modelo de justicia laboral.
En entrevista para Primera Plana MX, el académico instó a cambiar paradigmas y adoptar enfoques alternativos para resolver conflictos laborales de manera más efectiva y justa.
Domínguez Mota señaló que la resistencia mental proviene de estructuras preexistentes que perciben a los centros de conciliación como amenazas a su trabajo, cuando en realidad, estos centros ofrecen oportunidades para una nueva forma de trabajo. Enfatizó la necesidad de reeducar a los litigantes y enseñarles a abrazar y difundir la nueva forma de solucionar conflictos, priorizando la conciliación sobre las formalidades judiciales.
El director de la Facultad de Derecho hizo referencia a la evolución histórica del sistema de justicia laboral en México, desde su creación en 1917 con el artículo 123 de la Constitución.
“A lo largo de los años, el sistema se tecnificó, y la conciliación, que en un principio fue el mecanismo principal, se desvaneció en la complejidad judicial. Esto llevó a prolongados juicios laborales que persistían incluso después del fallecimiento de los litigantes originales”, explicó.
No obstante, con la implementación de reformas y un enfoque renovado en los mecanismos alternos de solución de controversias, la efectividad actual ha alcanzado un 75% de resolución en menos de 45 días, en comparación con los 10 años que solían llevar los casos judiciales.
Domínguez Mota subrayó que “la justicia que no llega a tiempo definitivamente no es justicia”, y que el cambio de paradigma implica reconocer que la conciliación ofrece mejores resultados tanto para los litigantes como para los trabajadores.
Desde la enseñanza del derecho, el director instó a enfocarse en los mecanismos alternos de solución de controversias y recordó a los estudiantes que no deben ser “pica pleitos”, sino considerar el litigio como un último recurso cuando la conciliación no es posible.