Morelia, Michoacán
Ahora que el tema del plagio académico vuelve a cobrar vigencia ante el supuesto plagio cometido por la aspirante a presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel Mossa, viene a la memoria aquel caso de 2015 en el Colegio de México (Colmex), que derivó en que un escándalo mediático de proporciones estratosféricas.
Muchos se preguntan si dado que el trabajo plagiado constituye una tesis para obtener el grado de licenciatura, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tendría que retirar el grado a la doctora, quien por tanto perdería también sus posgrados y fue exactamente esto lo que sucedió con Rodrigo Núñez en 2015; sin embargo, el reglamento de la UNAM no especifica nada en torno al plagio y éste se encuentra únicamente en un Código de Ética, que no establece sanciones.
Por lo pronto, ante la inminencia de las coincidencias detectadas entre su tesis y la de otro alumno, ya se ha llamado a comparecer a la ministra y a su asesora de tesis para este jueves 29 de diciembre.
Luego de un escarnio mediático de proporción nacional, el académico chileno, radicado en Morelia, ofreció disculpas por correo electrónico a los investigadores de los cuales había tomado trabajos y desapareció del mapa, regresó a Chile, sin doctorado, maestría ni licenciatura.

En cuestión de días pasó de ser el coordinador del doctorado en Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) a un “fantasma”, como lo llamaría La Tercera, un medio chileno que hizo un trabajo de seguimiento tres años después de su partida.
El panorama pinta hoy distinto para la doctora Esquivel, quien incluso ha buscado defenderse alegando que fue ella la plagiada, ya que su proyecto de investigación estuvo conformado años antes de que se publicara la tesis que muestra insalvables coincidencias con la suya y hasta interpuso una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR).
En aquel 2015, el investigador fue expulsado del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONACyT y de la Facultad de Historia de la UMSNH y fue la primera vez que el Colmex retiró un grado académico.

En una entrevista ofrecida a La Tercera en 2015, que fue consignada por El Universal, Rodrigo Núñez reconoció que plagió una parte de su tesis de doctorado para el Colmex y explicó que lo hizo porque tenía el tiempo encima y la investigadora de la que copió su trabajo había empleado la misma bibliografía y llegado a conclusiones muy similares a las que él estaba obteniendo.
“Yo creo que faltan mecanismos de prevención al plagio académico. Es mucho más común de lo que se cree”, dijo en aquel momento el historiador, que mantuvo esta práctica por 11 años.
En la sesión en que el Conacyt decidió expulsarlo, también expulsó por plagio a otro académico, Juan Pascual Gay, del Colegio de San Luis, quien plagió entre otros a Guillermo Sheridan y Jorge Cuesta, aunque por alguna razón su caso no resonó como el del historiador chileno.

En aquel momento, no hubo pronunciamientos en su defensa del Presidente de la República en turno, Enrique Peña Nieto. De hecho, a él mismo se le acusó de plagio al año siguiente, al detectar que el 30 por ciento de su tesis de licenciatura fue plagiada, aunque él argumentó que se trataba de citas sin entrecomillar. A él no se le retiró el grado.
Otros personajes públicos relacionados con la actual administración federal han sido relacionados con plagio y así lo resume el periodista Ricardo Alemán en su columna Itinerario político para La Silla Rota:
“Así, nadie del círculo lopista dijo nada cuando Alejandro Hertz Manero, el Fiscal General, fue acusado de plagio; ‘los mariachis callaron’ cuando José Antonio Romero Tellaeche, director del CIDE, fue acusado de plagio; además de que enmudecieron en los probados casos de plagio de Fabrizio Mejía y Boris Berenzon”.