Morelia, Michoacán
Filiberto lleva casi cuatro décadas sacando brillo al calzado de hombres y mujeres que lo buscan en la plaza Carrillo, y cuando aboga por propina suelta el infalible argumento que daba Cantinflas: “y es que, oiga usted ¿y la plática?, ¿y la música?”.
Y sí, ahí está el detalle.
Con don Fili no sólo se lustra el calzado, sino también el conocimiento con sus enganchadoras anécdotas, esas que ha pulido -como los zapatos que interviene-, con el paso de los años.
Una de ellas tiene que ver con los políticos que han recurrido a sus servicios, algunos de forma presencial en aquel pequeño toldo ambulante que hoy luce una ya deshilada lona azul, que cambia de color y logos con cada partido que llega a la alcaldía.
Otros optan por mandarle los pares de calzado que ameritan mantenimiento. Como sucedía, dice, con el perredista Silvano Aureoles en los seis años que estuvo de gobernador (2015-2021).
“Silvano llegó a lustrar su calzado aquí conmigo; los mandaba con uno de sus ayudantes. Igual que (el senador) Toño García, también le he lustrado zapatos y varios otros políticos”, relató mientras sonaban las cumbias del radio que se mezcla con el cajón de bolear, las tintas, brochas, ceras, suaves telas y cepillos.
Al priista Wilfrido Lázaro Medina le endosa el haber iniciado la remodelación de la plaza, pero también el retraso de más de un año que obligó a los lustradores de Carrillo a mudarse al centro, donde eran relegados por sus colegas a las áreas menos aclientadas.
“Fue Salvador Abud quien nos ayudó para acelerar la obra y la entregó en 2015”, dijo sobre ese proyecto que implicó adecuar 2 mil 100 metros cuadrados de cantera en la plancha de la plaza, rehacer las jardineras y las calles que han sido, históricamente también, zona de tolerancia.
En sus recuerdos, Filiberto guarda otros reproches. Uno de ellos, el que ningún alcalde se ha dignado en acompañarlos a los festejos de la Unión Mutualista de Aseadores de Calzado, desde la época de Samuel Maldonado, el primer y único presidente municipal que ha emanado del PRD en la historia de la ciudad, allá en los años 1989-1992.
Ninguno les ha acompañado, dijo, excepto Fausto Vallejo, el priista que ha gobernado cuatro veces Morelia.
“Fausto ha sido el único presidente municipal que ha estado con nosotros en nuestra fiesta. Y es también el que siempre deja propina cuando viene a lustrarse los zapatos”, aseguró.
- ¿Ningún otro político le deja propina?
“Ninguno. Todos pagan nomás lo que es. Sólo Fausto deja buenas propinas, y no nos manda el calzado, él viene”, evidenció quien fustiga, además, el que a la fecha no haya en la ciudad un monumento a los lustradores de calzado.
Incluso, propone que se ubique ahí mismo, en la plaza Carrillo, en sustitución del monumento a la Madre que se erige, desde 1948, en una de las jardineras.
Para ese momento de la charla, sus manos ya han terminado de renovar mis zapatos. El servicio cuesta 30 pesos, pero de inmediato le digo que tome la propina.
- Para que no diga que no le di, ¿eh?
“Ya decía Cantinflas: pues oiga usted, ¿y la plática?, ¿y la música?, también cuentan”, me atajó don Fili.
