Morelia, Michoacán
En un período de 10 años, la proporción de hogares con jefatura femenina en Michoacán creció 32.8 por ciento, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En 2010, en el estado 24.1% de los hogares tenían a una mujer como persona a cargo de la vivienda y la familia, lo que se tradujo en 257 mil 058 hogares, y para 2020 la proporción se elevó a 32%, equivalente a 410 mil 986 hogares.
A pesar de esta tendencia al alza en la incidencia de hogares con jefatura femenina, Michoacán se mantuvo por debajo de la media nacional, de 24.6% en 2010 y de 33%, en 2020.
Ir por cigarros y no volver
La madre soltera, la jefa de familia, la madre luchona, la madre 4 por 4, la madre buchona. Y más, muchos más calificativos que describen lo que, desde una posición machista, se asume es una madre que no cuenta con la presencia del padre de sus hijos.
Calificativos, todos, que hacen recaer la situación en la mujer, no así en el padre, en el hombre que decidió no enfrentar la responsabilidad de su paternidad, señala la directora del Instituto Municipal de la Mujer para la Igualdad Sustantiva (Imujeris), Gretel Castorena Escalera.
“Me parece que estas expresiones invisibilizan a los padres ausentes, tan sólo el mote de ‘mamá soltera’ es ya un reflejo de un estereotipo donde recae el tema social en los cuerpos de las mujeres, por causa de la irresponsabilidad de hombres casados, migrantes o que por alguna otra razón no asumen la paternidad de sus hijos”, explica.
Ser una madre soltera, una madre sola o una jefa de familia no sólo es una expresión, advierte Castorena Escalera, sino un eufemismo para exponer la realidad de las mujeres que, por alguna causa, se quedan solas al cuidado de sus hijos. Y, muchas veces, no sólo de los hijos.
“Vemos muchas más mujeres a cargo de las familias, incluso personas con alguna discapacidad o adultos mayores, y esto implica que se deben dividir entre el trabajo remunerado, mediante el que obtienen el sustento, y los cuidados que demandan hijos y otros, lo que hace que sus responsabilidades se multipliquen”, refiere.
¡Alto! Mujeres trabajando
El Inegi detalla que en Michoacán hay un millón 311 mil 429 madres, niñas y mujeres mayores de 12 años y con al menos un hijo nacido vivo; de esta población, 73.1% o 958 mil 655 están casadas o viven en unión libre, mientras que 352 mil 774 son solteras, divorciadas o viudas. De las madres en el estado, 49.2% o 645 mil 223, están ocupadas en alguna actividad económica.
Así, aunque aún mayor, la población económicamente no activa de mujeres madres y económicamente activa son similares, en el caso de Michoacán, 659 mil 298 frente a 648 mil 483.
El grueso de las madres que no desempeñan actividades económicas se dedica al cuidado de su casa, 576 mil 708 personas, mientras que 27 mil 828 realizan otras actividades no remuneradas, 25 mil 390 son pensionadas o jubiladas, 24 mil 740 tienen alguna condición que les impide trabajar, 4 mil 632 son estudiantes, y en 3 mil 648 casos no se especifica.
El análisis de los datos nacionales arroja que las madres en México son empleadas u obreras: 63% de las niñas y mujeres mayores de 12 años y con al menos un hijo vivo trabajan en esquemas asalariados.
Por cuenta propia, se emplean 26% y 4% son ayudantes con algún pago, sólo 3% de las madres mexicanas son patronas o empleadoras, al igual que trabajadoras sin pago, y uno por ciento, jornaleras o peonas.
La directora del Imujeris señala que sólo en el padrón de apoyo alimentario que entrega la Secretaría del Bien Común y Política Social, en Morelia, se tienen cerca de 7 mil beneficiarias, es decir, 7 mil familias que complementan su alimentación con las despensas que cada 2 meses entrega el Ayuntamiento.
“No debemos dejar toda la responsabilidad a las madres, es necesario que, más que hablar de madres solteras, hablemos de padres ausentes”, insiste Gretel Castorena.
Si bien el período de 2010 a 2020 se caracterizó por el repunte de la violencia en la entidad, al menos en el caso de Morelia no se tiene la percepción de que esta criminalidad se tradujera en un aumento en la cifra de hogares con jefatura femenina, por el homicidio, la desaparición o el desplazamiento forzado de varones.
“No dudaría de que esto se diera en otros municipios, pero en Morelia lo que prevalece es la necesidad de una educación sexual, diferenciada de la educación reproductiva, el trabajo en la responsabilidad afectiva y el reconocimiento de que si hay una madre soltera es porque un padre está ausente”, concluye.