Morelia, Michoacán.- El público mexicano que va al cine no es infante; cada uno puede decidir qué ver, aunque se habla de que hay casos aislados de censura, pero no es así. Con todo, eso es un reflejo de la tensión que se vive entre la sociedad civil y la política en torno a la idea de libertad de expresión, refirió Eduardo de la Vega Alfaro, doctor en Historia del Cine y autor del libro Cine, Política y Censura en la Era del Milagro Mexicano.
El académico mexicano presentó su texto antes de la exhibición de la cinta El Brazo Fuerte, la cual estuvo enlatada desde 1958 hasta 1974 por el gobierno mexicano. Vega Alfaro consideró que con censura y todo, esas películas siempre han tenido público.
“Las películas censuradas no se veían formalmente en las pantallas, pero sí de manera clandestina, en cineclubes o catacumbas. Ahí se discutían.
“Eso lo único que refleja es la tensión que existía entre la sociedad civil y el gobierno, cuyas instancias han intentado abrogar nuestro derecho de libertad de expresión”, acotó.
En ese sentido, el académico mexicano opinó que los cinéfilos mexicanos no son infantes, ya que se tiene el suficiente criterio para definir qué ver y qué no, por ende no se requiere del gatopardismo del gobierno mexicano que en la Historia de México ha censurado más de una decena de películas críticas con el régimen, entre las que destacan La Sombra del Caudillo, La Ley de Herodes, Rosa Blanca, Espaldas Mojadas, El Brazo Fuerte y El Impostor, entre otras.
La obra Cine, Política y Censura en la Era del Milagro Mexicano se centra en los avatares de censura que sufrieron cuatro películas mexicanas que fueron estrenadas entre los 50 y 70 del siglo XX, el periodo denominado “Milagro Mexicano”; esas cintas son: Rosa Blanca, Espaldas Mojadas, el Brazo Fuerte y El Impostor, mismas que criticaban con ironía las acciones de un sistema político corrupto dominado por la ideología priísta.
“La obra lo que intenta es dar una explicación de lo que pasó en la época de esplendor del cine mexicano, pero concretamente en los casos de censura, que ya empezaba a dar visos de cansancio ante el dominio cultural de ciertas empresas cinematográficas; entonces, ante ello, algunos directores optaron por hacer cine de manera independiente, tal como en el caso de El Brazo Fuerte”, explicó.
El libro y la exhibición de El Brazo Fuerte se efectuaron en la Sala 5 de Cinépolis Centro, dentro del XV Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). Se presentó una versión restaurada de El Brazo Fuerte, película hecha en 1958 en Erongarícuaro, Michoacán, por Giovanni Korporaal, la cual critica fuertemente los cacicazgos formados tras el triunfo del caudillismo de la Revolución Mexicana.